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Crónica:AUTOMOVILISMO | Gran Premio de Alemania de fórmula 1
Crónica
Texto informativo con interpretación

Alonso anima la victoria de Schumacher

El alemán suma su 81º triunfo, pero el español acaba tercero, superado por Button tras un duelo apasionante

Nadie logra romper el monólogo de Schumacher en las carreras de fórmula 1 de esta temporada. Nadie consigue hacer sombra al séxtuple campeón mundial, que ayer ascendió otro peldaño hacia su séptima corona, que podría concretarse ya dentro de dos grandes premios, en el mítico circuito de Spa. Ninguno de los pilotos que van a marcar el futuro es capaz de hacer sombra al mito, al hombre que devolvió a Ferrari a los altares, que hizo resonar de nuevo las campanas en Maranello, que intimida con su sola presencia. Schumacher, alcanzó en Hockenheim, a pocos kilómetros de su casa, su 81ª victoria en la F-1, tras marcar su 61ª pole -se encuentra sólo a cuatro del récord de Senna- y de haber salido por 100ª vez en la primera línea. Lleva ganadas 11 carreras de las 12 que se han disputado. Demasiados epitetos para un solo hombre.

"Fue terrible", confesó el asturiano, "nunca había estado tanto tiempo rueda con rueda"
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"Sí", reconoce el alemán de 35 años. "Me resulta todavía muy emocionante ver lo que estoy haciendo, escuchar el ruido de mis seguidores. Todo me parece increíble". Pero cierto. Nadie logró superarle en la salida y sólo perdió el liderato cuando entró en boxes. Siempre tuvo la victoria bajo control. Sólo presionado al principio por un Raikkonen (McLaren) que adelantó a Alonso -excepcional en la salida, colocándose segundo- en la segunda vuelta y que parecía dispuesto a plantar cara. Pero el finlandés tuvo mala suerte. Su alerón trasero se despegó en la 13ª vuelta y el Mercedes salió casi volando sin control hasta estrellarse contra la barrera de neumáticos.

Schumacher se quedó solo. La victoria estaba ya decidida. Pero el monólogo de Schumacher permitió centrar la atención en la lucha por el segundo puesto que mantenían las dos mejores promesas: el británico Button y el español Alonso. Ellos fueron los verdaderos protagonistas. Resuelta la carrera, todas las miradas se focalizaron sobre el BAR del británico y el Renault del asturiano. Y gracias a ellos, la carrera pasará a ser recordada como una de las mejores, al menos de la temporada.

Penalizado por haber cambiado el motor, Button salió de la 13ª posición a pesar de haber hecho el tercer mejor tiempo en la cronometrada. Pero ni el tráfico, ni los avatares consiguieron frenarle. Se lanzó a un ataque furibundo y fue ganando posiciones de forma inexorable, tanto gracias al potencial de su coche, probablemente el mejor tras los dos Ferrari, como a su agresividad. En la cuarta vuelta iba décimo, y en la 12ª lideraba la carrera, porque quienes mandaban, Schumacher y Alonso, estaban en boxes. Sus dos últimas salidas de boxes fueron emocionantes: en las dos vio pasar al asturiano cuando ya pisaba la pista.

Y tras las dos, llegaron los episodios más brillantes cuando el británico intentó adelantar al español amenazándole curva tras curva, entrando a matar a veces y debiendo rendirse ante la osadía y la valentía del piloto de Renault. El paradigma de aquella batalla se produjo en la 35ª vuelta: al final de la recta, Button situó su BAR, con más velocidad punta, en paralelo al coche de Alonso y entró en el giro habiendo iniciado ya el adelantamiento. Pero el español no sólo no se rindió, sino que utilizando de forma magistral la mayor tracción y estabilidad de su coche en las curvas, le volvió a ganar la posición por la parte exterior, y demostrando una capacidad y una calidad de conducción impresionantes.

"Fue terrible", confesó luego el español. "Nunca había estado tanto tiempo en paralelo, rueda con rueda, y luchando para aguantar la posición". Al final, sin embargo, Button le adelantó a 15 vueltas para el final. El británico hizo segundo y demostró de nuevo su tremenda regularidad: lleva siete podios (tres segundos y cuatro terceros). Pero Alonso obtuvo también su premio. Subió por séptima vez al podio y dejó claro que en las dos próximas carreras (Hungría y Bélgica), en circuitos que cambiaron su vida -ganó el año pasado en Hungría y fue su victoria en Spa en F-3000 lo que le dio un volante en la F-1-, puede aspirar a todo.

Schumacher celebra con un salto su victoria en Hockenheim.
Schumacher celebra con un salto su victoria en Hockenheim.REUTERS

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