Zapping
Zapateado
Decía Umberto Eco: "La televisión vuelve inteligentes a los que no tienen acceso a la cultura y estúpidos a los que se creen cultivados". ¿Pero qué ocurre cuando los que no tenían acceso a la cultura ya se creen lo suficientemente cultivados? ¿Se vuelven estúpidos?
Culpabilidad
Este permanente viaje de ida y vuelta de la estupidez a la inteligencia es uno de los alicientes de la televisión. Una misma persona puede sufrir varias mutaciones y consumir productos tan aparentemente contradictorios como Frasier, TNT, Supershow, Eurojunior o el llanto non-stop por la muerte de Carmina Ordóñez, convertido en apoteosis del luto organizado. ¿Debemos avergonzarnos de lo que vemos? Si el comité de sabios entrara en nuestra casa sin previo aviso mientras vemos la reposición de Ana y los 7, por ejemplo, ¿deberíamos tirar la tele por la ventana para borrar cualquier indicio de vicio o plantar cara y decir que sólo es para consumo propio?
Bolas
En música, esta promiscuidad está mejor vista. Cualquiera que se confiese ecléctico tiene carta blanca para mezclar churras con merinas sin ser perseguido por los apóstoles del gusto Fungairiño: sólo documentales sobre animales. Deberíamos justificar nuestras patologías catódicas amparándonos en el prestigiado adjetivo de "ecléctico". Hablando de música: ¿se han fijado en la sintonía del sorteo del cupón de la ONCE? Se te mete en el cerebro como un obsesivo zumbido. Si tienes el día malo, sientes deseos de empuñar la espada de samurái en plan Uma Thurman. ¿Cómo siendo tan buenas las canciones del verano de la campaña de la ONCE es tan machacona su sintonía insignia? En el sorteo de la Bonoloto optan por una voz en off. El sonido del bombo añade emoción al espacio, pero el realismo se impone: parece un documental sobre fabricación de bolas numeradas.
Arte y partes
Murió Antonio Gades y Las noticias de La 2 le dedicó un tiempo marcado por el lógico tono necrológico. En las imágenes de archivo, el bailarín contó que la vida era un combate de boxeo y que, aunque sabía que no podía ganarle a su adversario, le quedaba el consuelo de haberlo tumbado en dos o tres asaltos. Luego, TVE emitió Carmen, feliz unión de tres genios: Gades, Paco de Lucía y Saura. Aunque Jean-Luc Godard dijera que la televisión fabrica olvido y el cine recuerdos, por un momento la televisión actuó como un amplificador de memoria, a pesar de que uno volvía a darse cuenta de lo mal que se ven según qué películas en pantalla pequeña. Pese a todo, se sigue viendo mejor una buena película en pantalla mala que un programa malo en pantalla buena. En cuanto al luto, la televisión ha vuelto a demostrar cuáles son sus prioridades. La muerte de Ordóñez ha ocupado cien veces más espacio que la de Gades. Así nos va.
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