De obra en obra

"No puede ser que nos pongan la acera nueva y que al día siguiente la destrocen entera". Lo decía ayer el quiosquero de la plaza de San Juan de la Cruz, ubicada en el distrito de Chamberí, pero lo piensan "todos los vecinos de la zona". Sus quejas se deben a que se han pasado "un año y pico" con las losas de la calle levantadas por culpa de las raíces de las acacias, que al ser árboles de ribera las tienen largas y poco profundas. "Y ahora que el Ayuntamiento por fin nos las arregla", continuó el quiosquero, "va, y vienen los del Canal para levantarlas de nuevo".

La imagen que presentaba ayer por la mañana la acera en cuestión era de lo más paradójica: por un lado, todavía se podía ver la capa de cemento seco entre las nuevas losas que acababan de colocar por orden del Ayuntamiento, y por el otro, a tan sólo unos cuantos metros, se encontraban varios grupos de obreros -empleados del Canal de Isabel II- cavando con sus picos y sus palas agujeros de más de un metro de profundidad, en dirección a la parte recién instalada.

"Si uno se para a pensar", comentaba con sarcasmo uno de los vecinos, "el asunto tiene su guasa". Pero el sentir general del vecindario es que "este hecho" no les hace ni pizca de gracia. Ese mismo vecino considera "intolerable" que el Ayuntamiento de Madrid se gaste "el dinero de los contribuyentes" en reparar las aceras de la capital y no se aprovechen los trabajos para realizar "otro tipo de obras", como las que "desde hace una semana" están llevando a cabo los operarios del Canal de Isabel II en esa misma calle de la plaza de San Juan de la Cruz.

Falta de coordinación

Fruto de esta "descoordinación", las obras que unos hacen un día los otros las deshacen 24 horas más tarde, con lo que "todos salimos perdiendo", se lamenta otro vecino.

Un tercer "afectado" declaraba ayer bastante irritado que lo que más le molesta es ver el trazado "pintado con tiza blanca" sobre la acera recién restaurada. Le molesta porque ése es el recorrido que los trabajadores del Canal tienen que seguir para ejecutar sus obras. "Sólo ver esa línea, dan ganas de destrozarla", bromeaba. Los obreros, por su parte, no entraron en el debate y se limiraron a cumplir órdenes.

Desde el Ayuntamiento, un portavoz negó ayer que las aceras de San Juan de la Cruz hubieran sido "recientemente" reformadas, tal y como mantienen los vecinos. "Lo que pasó", dijo, "es que los residentes llevaban mucho tiempo quejándose de que las baldosas estaban levantadas por culpa de las raíces de los árboles", y, tras perforarlas del todo, "las volvimos a colocar" en su lugar. "No queríamos que nadie se tropezase con ellas", afirmó. "Luego vino el Canal a hacer unas obras, y ha tenido que levantar parte de la acera".

Y mientras los vecinos de la plaza de San Juan de la Cruz tienen que sufrir las consecuencias de una situación "completamente absurda", el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró ayer, de forma rotunda, que las empresas de servicios que quieran renovar sus redes, o lo hacen ahora o "tendrán que esperar cuatro años para poder hacerlo". La contundencia de la dialéctica del alcalde se debe a que pretende "evitar los inconvenientes derivados de tener siempre la calle levantada".