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Esta semana se han producido movimientos de lateralidad en el S&P y en el Dow Jones, con escaso volumen de negociación e, incluso, de baja volatilidad en la operativa intradiaria. Todo esto ha llevado a cerrar una semana casi sin variaciones, después de las fuertes caídas registradas durante las semanas anteriores.
Sin embargo, ha sido el tecnológico Nasdaq el índice que ha sufrido mayores variaciones al ser duramente castigado tras conocerse la publicación de los resultados del segundo trimestre de Intel. Los beneficios de la mayor compañía de microprocesadores han decepcionado a los inversores al quedarse por debajo de las estimaciones del mercado. Este hecho ha provocado un retroceso de su cotización de más de un 10% en las últimas sesiones de la semana.
