Dudas y opciones
No está siendo el actual ejercicio un periodo fácil para los inversores. Aunque las previsiones de beneficios de las empresas cotizadas anticipan crecimientos de dos dígitos este año y el próximo, lejos de mostrar un comportamiento alcista, las bolsas permanecen varadas en los niveles de comienzos de año e incluso algunos sectores arrojan rendimientos negativos. Las dudas que genera un ciclo expansivo, con importantes desequilibrios macroeconómicos pendientes de corregirse y una baja utilización de los factores productivos, impiden que los positivos resultados empresariales que se están publicando desde hace un año se extrapolen al futuro. Esta atonía sólo puede explicarse en base a la prima de riesgo que recoge estas incertidumbres, además de las alimentadas por las tensiones en los precios de las materias primas, especialmente en el mercado de crudo. Ante tales circunstancias, los inversores siguen reprimiéndose en la valoración de cifras de crecimiento, que de cualquier otra forma hubieran impulsado los índices bursátiles hacia cotas más elevadas.
Las dudas que genera un ciclo expansivo como éste impiden que los positivos resultados empresariales se extrapolen al futuro
Los mercados de bonos se han beneficiado de esta falta de alternativas, pero tampoco parece ésta la fase del ciclo más adecuada para llevar a cabo una elevación del peso de las carteras en renta fija. Parece casi evidente que los tipos de interés van a subir en la eurozona (probablemente antes de concluir el año), y de forma paralela, las curvas de rentabilidades deberán acomodarse algo más al proceso de normalización que el BCE irá imprimiendo al precio del dinero. Aun sin que se hayan generado expectativas inflacionistas inquietantes como para aconsejar movimientos drásticos, el riesgo de caídas en precio en los activos de renta fija aumentará con la proximidad de nuevas subidas de tipos de interés en Europa o Estados Unidos.
En un entorno de lateralidad en el comportamiento de las principales clases de activos y aprovechando los muy reducidos niveles de volatilidad actuales, una apuesta por la reanudación de las tendencias en Bolsa y tipos de interés mediante el uso de opciones puede resultar atractiva. Aunque la compra de volatilidad siempre comporta un coste, dadas las escasas alternativas de inversión actuales, puede ser la opción más razonable.
José Manuel Amor y César Cantalapiedra son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas)
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