La segunda y última oportunidad
El líder del PSPV, Joan Ignasi Pla, afronta un congreso vital para preparar su victoria o su retirada en 2007
Joan Ignasi Pla, secretario general de los socialistas valencianos desde 2000, ha soldado su liderazgo al frente del PSPV-PSOE en los últimos cuatro años en un ambiente de cierta tranquilidad orgánica, al que han contribuido las tres grandes citas electorales, donde se esperaban avances, y su empeño, del que no ha salido tan exitoso, de acabar con el esquema, tan arraigado en el socialismo valenciano, de familias y sectores diferenciados en una difícil convivencia. Este dirigente, con fama de pragmático, salió del 9º Congreso del PSPV de Alicante en 2000 con la prioridad de consolidar su liderazgo y articular una alternativa política progresista, y hoy llega al que, según ha reconocido, será su segundo y último cónclave como candidato a la secretaría general de la federación valenciana, con la vista puesta en recuperar la Generalitat en 2007 y poner fin a un ciclo político de hegemonía del PP, que entonces llevará 12 años en el Consell.
La dirección reducida que barajaba Pla se acercaría ahora más a los 30 miembros
Es la última oportunidad para Pla después de tres elecciones en las que el PSPV ha crecido pero no ha sido capaz de vencer al PP. Una derrota electoral socialista en 2007 abriría, según los pronósticos, un segundo ciclo de hegemonía popular, en el que el PSPV se vería obligado a un recambio de candidato. Es un final de etapa para Pla, pero también para el partido. Y el secretario general de la tercera federación en número de militantes del PSOE (tras Andalucía y Cataluña), consciente de esta realidad anunciaba en mayo, tras las elecciones generales y con la euforia propia de la victoria en el conjunto del Estado, su propósito de conformar una dirección, la que salga del 10º Congreso, que trabaje en equipo, no responda a los intereses de familias o territorios y ejerza una oposición más dura sobre un Consell "paralizado" por guerras internas del PP. Pla esbozó antes de las elecciones europeas una dirección reducida -la actual tiene 35 personas- de 18 miembros: con 9 grandes secretarías de área y otras tantas vocalías, y con igual número de hombres y de mujeres. "No va a haber espacios para la composición territorial (...). Siempre faltará alguien, pero quiero que sea un motor junto con el grupo parlamentario para provocar el cambio político", dijo.
Los resultados de los comicios europeos del 13 de junio evidenciaron la dificultad del PSPV para consolidar el avance conseguido el 14 de marzo, lo que puede condicionar a Pla a la hora de confeccionar su nuevo equipo. La dirección surgida del 36º Congreso federal del PSOE en Madrid, más numerosa de lo esperado y con excepciones territoriales, ha acabado por confirmar que la dirección reducida que barajaba Pla se acercaría más a los 30 miembros que a los 18 del principio y su composición resultaría de la suma de un equipo de afines, en las áreas más importantes, y de equilibrios territoriales.
Dado que la secretaria general no es el centro del debate, las tensiones precongresuales tienen que ver con los deseos de los barones territoriales por ganar en influencia para consolidarse en sus comarcas. Y otro detalle nada desdeñable y que tiene que ver con 2007, fecha de las elecciones autonómicas, en las que Pla tiene pensado presentarse como candidato a la Generalitat, salvo cambios de última hora: estar en la dirección es vital en una época de cambios como la que se avecina.
El secretario de Organización, Vicent Sarriá, lleva días entrevistándose en Blanquerías, la sede central del partido, con los dirigentes comarcales del PSPV para conocer sus expectativas, pero la negociación para la composición de la Ejecutiva la pilotará y la decidirá el propio Pla, que ya baraja algunos nombres para las áreas más importantes. El alcalde de Elche, Diego Macià, sería el presidente del partido y la castellonense Isabel Escudero la vicesecretaria general. Sarriá continuará al frente de Organización, si bien la presión de algunos sectores descontentos con su gestión -uno de los más activos ha sido el de la Marina Baixa, de donde procede Leire Pajín, miembro de la dirección de Zapatero y secretaria de Estado de Cooperación- intenta que el dirigente no consolide las tareas de organización, administración y acción electoral en una gran área que ya dirige de facto.
El vicepresidente de las Cortes y alcalde de Morella, Joaquim Puig, suena para otra de las grandes secretarías de área. Para la de Economía, donde se da casi por seguro que Ricard Torres no continuará, se barajan el decano de la Facultad de Económicas, Enrique Villarreal o la responsable de Economía en las Cortes, Cristina Moreno. Además, se apunta la posibilidad de crear una nueva área dedicada a los sectores productivos, que dirigiría la diputada de Castellón Amparo Marco, mientras para Empleo se perfila el parlamentario Antonio Torres. Nuria Espí continuaría en Políticas Sociales, Antoni Such sería secretario de Relaciones con las Cortes y Ana Noguera, ya desligada de Izquierda Socialista, llevaría Educación, mientras el puesto reservado a la corriente lo ocuparía el abogado y ex concejal Manuel Matas. La FSP-UGT contaría con Ramón Vilar en la dirección y Francesc Signes repetiría en Medio Ambiente. El alcalde de L'Eliana, José María Ángel, podría ocupar la secretaría de Vivienda y para la portavocía del PSPV también ha salido el nombre del senador Segundo Bru. Los Pajín situarían en la Ejecutiva a Maite Iraola. A Ángel Franco, secretario general de L'Alacantí, Pla lo ubica en la presidencia del Comité Nacional.
El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, cabeza del movimiento Nueva Vía, no contaría con representación en la Ejecutiva. El ciscarismo podría tener a la alcaldesa de Aldaia, Empar Navarro. José Luis Ábalos, vicesecretario general del PSPV y adversario de Pla en el pasado congreso, accedería al Comité Federal del PSOE, así como Ciprià Ciscar o la alcaldesa de Quart, Carmen Martínez, del G-4.
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