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Crítica:DORMIR
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Jardín sobre el mar

ALMADRABA PARK HOTEL, la refinada tradición de una familia de hosteleros en la Costa Brava

Aquel prohombre de la hostelería catalana que fue Josep Mercader, creador en Figueres del hotel-restaurante Empordà, supo concitar en sus herederos

el afán por los detalles y las cosas bien hechas. Tanto en esta meca de la gastronomía ampurdanesa como en el Almadraba Park Hotel, su yerno Jordi Subirós y los hijos de éste, Jordi y Albert, amanecen cada día resueltos a ofrecer sincera hospitalidad. Y año tras año, una clientela fiel renueva su compromiso con el hotel.

Si la construcción original no enamora por sus balcones y terrazas, escalonados en cuatro alturas sobre un promontorio rocoso situado en el extremo sur de la playa de la Almadraba, a tres kilómetros de Roses, el ordenado perfil de los jardines que se descuelgan sobre el mar expresan como ninguna otra razón arquitectónica los mimos que procuran los Subirós a su establecimiento. Parece mentira que un edificio apenas remodelado desde la década de los sesenta se conserve tan bien y según el minimalismo al uso. Inarmónico en la carpintería de las habitaciones, pero acendrado en los espacios comunes, donde el mar es protagonista.

ALMADRABA PARK HOTEL

Cuatro estrellas. Playa de L'Almadraba, s/n. Roses (Girona). Teléfono 972 25 65 50. Fax 972 25 67 50. 'Web': www.almadrabapark.com. Instalaciones: garaje, piscina, sauna, hidromasaje, pistas de tenis, gimnasio, petanca, salón, sala de reuniones (200 personas), bar, restaurante. Habitaciones: 10 individuales, 58 dobles, 10 'suites'; baño, aire acondicionado, teléfono, radio, TV vía satélite, minibar, secador. No hay facilidades para discapacitados, no admite perros. Precios: temporada alta, 200; baja, 158; desayuno, 15; todo, más 7% IVA. Tarjetas: American Express. Cierra: del 14 de octubre a Semana Santa.

Arquitectura ... 5

Decoración ... 6

Estado de conservación ... 9

Confortabilidad habitaciones ... 7

Aseos ... 7

Ambiente ... 9

Desayuno ... 9

Atención ... 10

Tranquilidad ... 9

Instalaciones ... 8

Volada sobre el cantil, la piscina de agua salada recrea una lámina sin bordes en la terraza. Un camino de ronda contornea el litoral hasta la playa de Roses. Y frente al hotel se monta en verano un pontón que sirve de embarcadero.

El brillo y los detalles residen en la atención y en los servicios: 70 empleados para 78 habitaciones. Los dormitorios son generosos y luminosos, especialmente las suites de la última planta, con un amplio solárium con vistas a la bahía de Roses y las islas Medas.

Digno de mención es también el desayuno. De bufé, sí, pero alimentado en las mejores condiciones hasta el final. Con semejantes mimbres no es descabellado sostener que el hotel Almadraba Park acredita mayor categoría y mejores servicios que la mayoría de los cinco estrellas de España.

MENÚ PARA NIÑOS

PARA LOS menores de 12 años se ofrece un menú (12 euros) bien ordenado, y de vezen cuando deambula por la sala un mago que divierte con juegos de mesa. Lo peor es el servicio, voluntarioso pero caótico.Y lo más insólito, que la casa se permita repercutir en las facturas un 10% del montante global porel mero hecho de ocupar unade las mesas de su terraza.No convence la iluminación,en algunas mesas demasiado tenue, ni la escasa insonorización del local, que obliga a forzarlas conversaciones.

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