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El Defensor del Pueblo recibirá a vecinos afectados por el futuro Circo Estable

Jiménez anuncia que el Defensor del Pueblo recibirá a los perjudicados

"Así no se puede vivir: las obras están destruyendo nuestros pisos". Ése fue el sentir general de los 400 vecinos "afectados" por la construcción del Circo Estable, en la ronda de Atocha, que ayer recibieron la visita de la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Trinidad Jiménez.

"Hemos vuelto", explicó la edil, "para ver cuál es la situación de esta gente y para comunicarles que el próximo 26 de julio les recibirá el defensor del Pueblo, Enrique Múgica". "A ver si de esta forma conseguimos que el Ayuntamiento nos haga caso y les indemnice", añadió.

Fuentes de la Concejalía de Urbanismo, por su parte, informaron de que "técnicos del Ayuntamiento han visitado varias veces" esos edificios y están estudiando la posibilidad "de realizar una rehabilitación integral de la zona". Pero el paso del tiempo y su nula intervención ha provocado que los vecinos se sientan "abandonados".

Desde que en enero de 2002 comenzaron las obras del circo, los "afectados" se han manifestado en numerosas ocasiones en la plaza de la Villa, asegurando que "las grietas, humedades y desperfectos de sus casas son causa directa" de dicha construcción. Dos años y medio más tarde, "la situación se ha vuelto insostenible", se quejó Lola, propietaria de uno de los pisos, desalojada del número 10 de la calle José Antonio Armona, en el distrito de Arganzuela, que se ha tenido que ir a vivir con sus hijos ante "la imposibilidad" de hacerlo en su propia casa.

Pero su caso es el de una persona con "suerte". A la mayoría de los vecinos que han tenido que abandonar sus viviendas, que son casi una veintena, no les ha quedado más remedio que alquilar otro piso donde instalarse. De lo que no se ha podido librar ninguno, es de sufragar los costes de las reparaciones comunitarias, que en el caso del número 10, ascienden a 436 euros mensuales por piso. En el caso del número 12, donde se han producido seis desalojos, la comunidad lleva gastados 1,2 millones de euros en reparaciones.

"Condiciones infrahumanas"

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Sólo en la calle de José Antonio Armona, cerca de 180 personas viven, según pudo comprobar Jiménez, "en condiciones infrahumanas". Algunas de las grietas van de punta a punta de las habitaciones y tienen un grosor de más de 20 centímetros. La humedad está enmoheciendo las paredes, provocando que en algunos cuartos "casi no se pueda respirar". Todo este deterioro provoca "que las rehabilitaciones sean constantes", aseguró Lola. Los apuntalamientos, más que una opción, se han convertido en una obligación. "Si no fuera por las vigas, muchas de estas viviendas ya se habrían venido abajo", afirmó Charo, una de las propietarias del número 12. La vista desde el patio interior produce "escalofríos", comentó la portavoz socialista. "Parece que el edificio se nos vaya a caer encima", añadió.

Jacinta, hija de una de las propietarias del número 12, aseguró que llevaba "43 años viviendo" en uno de los pisos y "nunca había sucedido nada". Indignada, recordó que hace cuatro años pasaron "favorablemente" la inspección técnica de edificios (ITE). Todo comenzó "con las obras del circo; hay una relación causa-efecto que cae por su propio peso", señaló. Jiménez, al escucharla, declaró que no entendía cómo el Ayuntamiento no les había indemnizado todavía.

En el pleno del Ayuntamiento, que se celebrará el próximo día 23, el edil socialista de Arganzuela, Óscar Iglesias, planteará una proposición "para que se indemnice a estas familias y se arreglen los desperfectos de sus casas". En las fachadas de las viviendas, una de las muchas pancartas reza: "El Circo Culpable". Una flecha señala una grieta que divide en dos el edificio.

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