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La acusada por la bomba que explotó en Correos dice que sólo quería asustar

Amanda C.G., de 26 años, autora confesa de la fabricación y envío del sobre bomba que explotó en la oficina de Correos de la calle de San Vicente de Valencia el 24 de mayo de 2003 declaró ayer a petición propia ante el juez que instruye el caso y afirmó que no quería hacer daño a nadie, que sólo quería asustar. Así lo relataron el abogado de los dos empleados de Correos que resultaron heridos, Ramón Algar, y el del grupo ultra España 2000, José Luis Roberto, personado en la causa como acusación particular como supuestos destinatarios del explosivo. La imputada exculpó ayer a su compañero sentimental, Eduardo José A.S., de 21 años, puesto recientemente en libertad. Explicó, según los letrados de las otras partes, que pensaba que el explosivo sería detectado al pasar por el escáner. Las mismas fuentes dijeron que Amanda C.G. aseguró que el explosivo, muy sencillo, se componía de pólvora de un masclet y de elementos comprados en una tienda "todo a seis euros".

Para José Luis Roberto la imputada vino a calificar su acción de "niñería". El abogado de los empleados de Correos heridos consideró que el testimonio de la joven es creíble y que lo importante es que se investigue a fondo para saber "por qué el sobre llegó a explotar". Según los operarios encargados de que todos y cada uno de los envíos que llegan a Valencia sean revisados "es imposible que la carta en cuestión no pasara el escáner, pero sí es posible que no se detectara porque el explosivo eran tan básico que se confundió con otra cosa". El abogado de Amanda C.G., Endika Zulueta, solicitó ayer, de nuevo, la libertad para su defendida, que lleva en prisión casi trece meses,

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