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DESDE MI SILLÓN | TOUR 2004 | Novena etapa
Columna
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Las caras de Bélmez

Ha sido una asociación de ideas clarividente. Aparecía la noticia en la última de este diario. Misterio en venta. La casa de las caras de Bélmez se ponía a la venta.

Pongamos en antecedentes a los no iniciados. Bélmez de la Moraleda es una bella localidad jienense enclavada en la sierra Mágina. Un típico pueblo olvidado de Jaén rodeado de un latifundio de olivos. Allá por los primeros setenta apareció una noticia sorprendente en el Pueblo. En el suelo de la cocina de una casa habían aparecido unos rostros que nadie había pintado y que volvían a surgir aunque se picase sobre ellos. El fenómeno, conocido a partir de entonces como las Caras de Bélmez, atrajo a estudiosos de lo paranormal que se acercaron para dar cuenta del suceso. Con los años, las apariciones seguían surgiendo y se multiplicaban por la cocina de la casa de los Pereira. Desplazado al efecto, contaba Joe D'Alessandro, reportero de Mondo Brutto, a quien le debo esta información, que las teleplastias -emanaciones procedentes de espíritus- se habían extendido hasta la entrada de la casa y el pasillo. Los nuevos rostros estaban acompañados de sus cuerpos; hombres, mujeres y niños, y las sempiternas cruces. La nueva remesa parecía obra de algún ente del más allá conocedor de las minucias de nuestro mundo tridimensional: sólo así se puede explicar que apareciesen caras de famosos.

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El caso es que María Gómez, la propietaria de la casa, que se ocupaba a diario de las visitas -a cien mil por foto-, murió hace unos meses, y ante la imposibilidad de atender la casa, sus hijos quieren venderla. Pero avisa José Pereira, uno de sus hijos: las caras están más vivas que nunca.

Y aquí aparece Lance Armstrong, aunque pueda parecer sorprendente. Beltrán, jienense y gregario del americano en el US Postal es quién surte de aceite a la dieta de todos sus compañeros. Pasta en blanco con parmesano y aceite de oliva puro y virgen de primer prensado. Así a diario, como le gusta al campeón. El Triki lo compra a la cooperativa de Sierra Mágina, quienes recogen las valiosas olivas de la tierra. Una tierra que, a la vez que ve nacer de sus entrañas al líquido oleoso, alimenta también con sus nutrientes a las famosas caras.

Y... aquí quería yo llegar. Si, como afirman, las caras están más vivas que nunca, ¿será acaso que anuncian el sexto Tour del tejano? ¿Vaticinaran acaso su ocaso deportivo? Porque, visto lo que le gusta al americano ser protagonista, no creo que deje pasar la ocasión de manifestarse de una forma diferente a la habitual. El caso es que para salir de dudas busquen en sus carteras, la casa está en venta.

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