Marsalis lleva la elegancia de su jazz al Conde Duque de Madrid

Wynton Marsalis (Nueva Orleans, 1961) y su jazz vibrante y armónico vuelven a España. El compositor y trompetista estadounidense tocará esta noche en Madrid, acompañado por sus habituales compañeros de la Lincoln Center Jazz Orchestra. El concierto, organizado por el festival Los Veranos de la Villa, se celebrará en el patio central del Conde Duque. Marsalis es premio Pulitzer de música y mensajero de paz de las Naciones Unidas.

El festival Los Veranos de la Villa de Madrid (www.veranosdelavilla.com) acoge esta noche, a las 21.30 en el patio central del Conde Duque, a una de las personalidades más destacadas de la escena jazz norteamericana, Wynton Marsalis. El trompetista, que es también compositor de música clásica y de música para compañías de danza moderna, estará respaldado por el reconocido talento de los miembros de la Lincoln Center Jazz Orchestra.

Marsalis es uno de esos hombres cuyo destino se vislumbra ya en la infancia: a los 12 años ya estudiaba seriamente el instrumento que habría convertido enseguida sus sueños en realidad; a los 14 tocaba en bandas de jazz y en orquestas clásicas; a los 19 ya tenía un contrato con la mítica Columbia Records. Todavía le faltaba liberarse del todo de la influencia de los grandes, de Duke Ellington y Thelonius Monk, por un lado; de Igor Stravinski, por el otro. Pero no tardó mucho en descubrir su propio estilo. Blue interlude (1992) es ya la obra de un autor maduro.

El resto de la vida de Marsalis es la historia de promesas que se cumplen, expectativas que se mantienen. Primer artista en ganar en un mismo año (1983) el Premio Grammy en ambas secciones jazz y clásica. Fue el primer compositor jazz en ganar el Premio Pulitzer de música (1997). Doctor honoris causa (universidad de Yale, entre otras), director del Jazz at Lincoln Center Project y mensajero de paz de las Naciones Unidas en 2001.

Marsalis llega a Madrid con sus galardones, sus compañeros virtuosos y sus legendarias ganas de tocar en vivo (pasa la mitad del año en gira). Siempre lleva consigo Nueva Orleans, su ciudad. "Me gusta tocar la música de Nueva Orleans", dijo una vez, "porque contiene todos los elementos que constituyen cualquier otro tipo de estilo musical". Y su elegante intensidad. Como Perseo, el héroe mitológico, Marsalis parece vencer la pesadumbre del mundo con una ligereza que no tiene nada que ver con la superficialidad, sino con un fascinante y continuo movimiento.