Camps logra una amplia mayoría de los delegados al congreso del PP
La consejera Alicia de Miguel no logra salir elegida y pierde su pulso con el presidente
Los militantes del PP eligieron ayer a sus compromisarios al congreso nacional de octubre. Los seguidores del presidente regional, Francisco Camps, lograron una amplia mayoría en Valencia, donde la zaplanista Alicia de Miguel no resultó elegida, y en Castellón, y perdieron en las demarcaciones de Alicante, afines a Zaplana, donde, en medio de una gran movilización de la militancia, se registraron escenas de confrontación entre las dos facciones.
El PP valenciano había previsto que los partidarios de Camps iban a ganar en Valencia y a arrasar en Castellón, como así fue, así que la incertidumbre se instaló anoche en Alicante, feudo de Zaplana donde los campistas arañan apoyos día a día. Los militantes populares se movilizaron en masa en las ciudades de Alicante, Elche y Orihuela. Al cierre de esta edición -el recuento comenzó pasadas las diez de la noche en Alicante y Elche- no se conocían los resultados definitivos, aunque en Alicante ya se sabía que la lista de los partidarios de Eduardo Zaplana había obtenido los 12 compromisarios que corresponden a esa circunscripción. En Elche, con tres candidaturas, el resultado no se preveía tan contundente, y se daba por sentada la impugnación del sufragio. Según datos aportados por José Joaquín Ripoll cerca de la medianoche, 95 de los 118 compromisarios elegidos por Alicante son partidarios de Zaplana.
En la demarcación de la provincia de Valencia, el duelo entre los afines a Camps y los de Zaplana se visualizó en 12 votaciones de agrupaciones locales y de resto en comarcas, cuando en anteriores procesos congresuales sólo se habían registrado tres o cuatro votaciones motivadas por conflictos locales. Los seguidores del presidente regional del PP, Francisco Camps, obtuvieron la victoria en la mayoría de las votaciones planteadas. La pugna entre uno y otro sector (49 candidaturas para 26 plazas de compromisario) motivó la impugnación de la mesa electoral de Paterna donde concurrían dos aspirantes para una plaza. En total, los campistas se atribuyeron más del 80% de los 124 compromisarios (105 electos y 19 natos) de la provincia de Valencia. Los zaplanistas reconocieron la mayoría de los campistas en la provincia de Valencia, pero la rebajaron hasta el 57%.
Los principales focos de tensión se ubicaron en los distritos Centro y Marítimo de Valencia, en los que figuraban como candidatos Alicia de Miguel, consejera de Bienestar Social, y Esteban González Pons, titular de Educación. Alicia de Miguel, en una agrupación con tres candidatos y dos plazas de compromisario, no pudo aguantar la presión del sector alineado con Francisco Camps. A pesar de recibir la recomendación del entorno del presidente del Consell de que no se postulase como compromisaria, la consejera ejerció su derecho a presentarse en competencia con el presidente de la agrupación, Juan Prefaci, y la concejal María José Alcón, avalada por la propia Rita Barberá. Prefaci obtuvo 81 votos, Alcón 67 y De Miguel 46, que la dejaron sin plaza. En el entorno de Camps se lanzó anoche la idea de que la consejera de Bienestar Social debería dimitir tras perder la votación. En Marítimo, los candidatos campistas -incluido el consejero Esteban González- se impusieron aunque con mayor dificultad de la esperada.
En la provincia de Castellón, el control del presidente provincial, Carlos Fabra, permitió al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, adjudicarse la práctica totalidad de los 43 compromisarios adjudicados a esta demarcación, en los que no se produjo votación alguna. Los consejeros de Sanidad y Justicia, Vicente Rambla y Víctor Campos, respectivamente, entraron en el cupo de seis compromisarios adjudicados a Castellón de la Plana; mientras que el consejero de Presidencia, Alejandro Font de Mora, obtuvo su plaza al congreso nacional del PP por el cupo de Vila-real. En la comarca en la que podía haber conflicto, la del Alto Palancia, hubo acuerdo. El presidente local del PP en Castellón, Alberto Fabra, negó que hubiese familias. Los zaplanistas, sin embargo, si reconocieron la existencia de dos sectores enfrentados y cifraron en un 29% de los 55 compromisarios de la provincia (incluidos los miembros natos) su representación.
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