Seguro contra apagones

Los recientes apagones en el sur de la Península han puesto de manifiesto no sólo la vulnerabilidad de la alimentación eléctrica en las redes instaladas, sino la necesidad de protegerse frente a estas circunstancias. Un negocio que ha llevado a American Power Conversion a facturar más de 1.300 millones de dólares en el último ejercicio.

La necesidad de protección de los datos supuso un importante giro en la demanda de los sistemas de alimentación ininterrumpida

La interrupción del suministro de energía eléctrica se está convirtiendo en una de las plagas de los últimos tiempos. La dependencia casi absoluta de los sistemas productivos en la era digital ha potenciado el desarrollo de mecanismos de defensa con la creación de los sistemas de alimentación ininterrumpida. American Power Conversion nació en 1981 por la iniciativa de tres ingenieros del MIT de Massachusetts que concentraron sus esfuerzos en investigación y desarrollo en la energía solar. Tardaron tres años en darse cuenta del potencial de desarrollo de los sistemas de alimentación ininterrumpida en los que concentraron su actividad. Su crecimiento durante la década pasada ha sido exponencial y a finales de la misma ya habían superado los 1.000 millones de dólares de ingresos.

Desde su sede central en Rhode Island controlan sus fábricas en tres continentes y las oficinas repartidas por todo el mundo. Distribuyen sus productos en más de 120 países y cuentan con una plantilla de 6.365 empleados. América ha supuesto la mitad de su facturación en 2003. Europa, Oriente Medio y África se reparten el 32% de los ingresos, que en Asia alcanzaron el 8%.

En Estados Unidos, las ventas de estos sistemas de apoyo se dispararon tras el 11-S y la oferta de servicios es cada vez más amplia. Cerca del 90% de los servidores informáticos se venden con los sistemas, baterías, etcétera, que permitan proteger sus bancos de datos, acceso a Internet... En Europa, las cifras son considerablemente más bajas. Una cuestión "de cultura", según el director de APC en España, Demetrio Gatos, que se muestra convencido del enorme tirón que registrará este mercado, también aquí, durante los próximos años. "En el entorno del negocio actual, el tiempo de parada de los sistemas informáticos puede costar a la compañía miles de euros por minuto".

Según Gatos, ya no basta con disponer de un equipamiento informático avanzado, ya es un imperativo disponer de una infraestructura global que incluya la protección eléctrica que permita una plena disponibilidad de los sistemas de información".

Y ésa es precisamente una de las claves en el desarrollo de este mercado de los sistemas de protección, ya que durante los primeros años se instaban fundamentalmente para proteger los equipos contra posibles daños o averías originados por las alteraciones del suministro eléctrico, pero la reducción de los precios de los equipos informáticos y electrónicos y la importancia cada vez mayor del tratamiento de la información en las empresas desviaron el negocio hacia la protección de esta última. Pero con el auge de los sistemas de almacenamiento, esto también fue perdiendo relevancia.

Ahora, según el responsable de APC en España, "se está creando una nueva tendencia, consistente en la creación de soluciones globales que, por ejemplo en el ámbito de los centros de datos, supone la creación de una infraestructura modular que incorpore de forma integrada los sistemas de suministro y protección eléctrica, la refrigeración, gestión, servicios, y un diseño optimizado para el montaje de los armarios que contienen los servidores y otros componentes de hardware".

Pero el crecimiento no sólo se espera en el mundo empresarial, con la necesidad de protección de datos por parte de las empresas, o la importancia de la disponibilidad del suministro en sectores como la sanidad, el financiero, telecomunicaciones... en los que suele estar arraigada esta situación. El mercado doméstico es una gran veta para los próximos años.

Para Gatos, este tipo de usuarios tiene un gran desconocimiento de estos problemas a pesar de que realizan una inversión media entre 1.000 y 1.300 euros entre el ordenador y el software. "No caen en la cuenta de que no han previsto una protección contra picos de tensión que importa un pequeño coste adicional en la compra total, y que puede suponer también la protección de la línea de comunicación a Internet".

De momento la situación económica general está frenando el desarrollo de este segmento, según Demetrio Gatos, que confía en que con su repunte se produzca un "crecimiento significativo en la demanda de estos sistemas, impulsado por inversiones que ahora están paralizadas, así como por la incorporación de nuevos segmentos que hasta ahora no eran accesibles de forma masiva".

Y para adaptarse a la evolución de la demanda, han dividido la compañía en cuatro áreas de aplicación clave: entorno doméstico y pequeñas oficinas, redes corporativas, proveedores de acceso e instalaciones de centros de datos, y en todas ellas seguirán ampliando sus alianzas estratégicas -otra de las claves de su éxito- con las principales empresas del sector, como IBM, Dell, Motorola, Hewlett Packard, Sun, Microsoft, Cisco, Fujitsu, NEC...