_
_
_
_
FONDO DE OJO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El recurso

En las economías domésticas se producen acontecimientos inesperados que dan al traste con la más exquisita planificación de los ingresos. La avería del coche o el cambio del ascensor producen una distorsión en la forma de vida de los afectados, que deben restringir sus gastos habituales para compensar los que se van a generar con el nuevo desaguisado producido.

La alternativa a la restricción en el gasto es el incremento de los ingresos, pero lamentablemente no parece al alcance de cualquiera -de no ser depositario del mandato popular- poder acceder cuando lo desee a un incremento del salario, por lo que la llamada alternativa deviene en utopía.

No obstante, no debemos caer en la desesperación, aún podemos endeudarnos más o bien vender alguna de las preciosas propiedades que poseemos: la colección de sellos, la de máquinas de coser o aquella veinteava parte del campo de naranjos, herencia de nuestro querido tío, que murió sin descendencia.

Sin embargo, cuando la desgracia en forma de necesidad financiera ataca a nuestros políticos en el poder -las más de las veces con previo aviso y por falta de planificación- la solución, para no ser tan impopular como la directa subida de impuestos o de tasas, no se plantea en términos de ahorro sino de desinversión, y se accede de nuevo a la riqueza adoptando el recurso de la venta patrimonial.

Que es necesario cubrir los costes de la Copa América, vendemos unos terrenitos que por allí deambulaban -por supuesto, para construir las tan denostadas viviendas de lujo- y asunto solucionado.

Que lo necesario es salvar la cara al equipo local de fútbol, o trasformar en parque un erial, el recurso de la venta -previa recalificación urbanística- para construir más inmuebles reaparece con toda su verdad. ¿A recurso tan fácil y sustancioso, quien le arguye en contra?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Claro, la calidad de los terrenos y su ubicación, unidos al fin social por el que son enajenados, arbitra que los precios a los que se venden los pisos allí construidos bien se compadezcan con la inflación de los costes de la vivienda, que los políticos deploran, denuncian, niegan y hacen posible, todo de forma sucesiva y sin que crean caer en contradicción.

Menos mal que tal recurso tiene un límite, sin duda el que anunciaba hace varios días Juan José Millás, cuando nos anunciaba una ciudad en la que se habían apiñado los edificios, no dejando lugar a las calles ni carreteras, por lo que a lo menos habremos logrado, alternativamente, solucionar los problemas del tráfico.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_