El valor máximo del metro cuadrado de la vivienda en Sevilla asciende ya a 7.800 euros

Una vivienda en el barrio sevillano de Nervión cuesta hasta 7.800 euros por metro cuadrado. Casi 14 veces más que el metro más barato de la ciudad, que se vende por 568,42 euros en barrios como Amate o El Trebol. Estos datos se desprenden de un estudio elaborado por el Ayuntamiento, que recoge que el precio medio de la vivienda se ha multiplicado por 2,7 en cinco años. Según el edil de Urbanismo, Emilio Carrillo, el encarecimiento se explica en parte con otro dato estadístico: desde 1995, el número de viviendas que se construyen al año ha caído un 56%.

Para hacer su primer estudio sobre el precio de la vivienda, el Ayuntamiento de Sevilla ha tomado como referencia todas las operaciones de venta del último mes y medio. Más de 1.100 viviendas, de las que alrededor de un tercio son de segunda mano y el resto corresponde a nuevas promociones. El análisis de los datos divide a la capital en los 27 barrios-ciudad que plantea el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y recoge los precios medios, máximos y mínimos de cada zona.

El precio medio más alto se da en el centro histórico (los barrios del Centro, Arenal, El Museo, Judería, Alfalfa y Menéndez Pelayo), donde el metro cuadrado cuesta un promedio de 3.246,1 euros. Le siguen San Bernardo y la Buhaira, con 2.585,27 euros por metro cuadrado; y la zona histórica de Triana, Santa Cecilia y la calle Voluntad, con 2.536,88.

En el extremo opuesto, los precios medios más baratos se encuentra en los barrios Amate, Juan XXIII, Rochelambert, Tres Barrios y El Trebol, con 1.195,68 euros; La Oliva, Las Letanías y las barriadas de Murillo y Martínez Montañés, con 1.348,72; y la zona de la Macarena formada por barrios como Las Golondrinas, El Cerezo, Polígono Norte y La Paz, con 1.362,79 euros por metro cuadrado.

Entre las operaciones que recoge el estudio, el metro cuadrado más caro se vendió por 7.800 euros en Nervión, mientras que la operación más barata se registró en la zona de Amate y Juan XXIII, donde se pudo comprar una vivienda por 568,42 euros por metro cuadrado. Es decir, el metro cuadrado más caro de Sevilla cuesta hasta 13,72 veces más que el más barato.

De las 1.100 operaciones analizadas se desprende que el precio medio de la vivienda se sitúa en la capital en 1.600 euros el metro cuadrado, 2,7 veces más que en 1998. Desde ese año, la vivienda ha subido a un ritmo medio anual del 18,3% y el año pasado se cerró con un incremento medio del 22,2%. En 2004, la vivienda ha continuado su progresivo encarecimiento, pero según los datos municipales, a un ritmo más moderado: entre el 1 de enero y el 31 de junio el metro cuadrado subió el 13,7%. El delegado de Urbanismo ratificó ayer que la intención del gobierno de municipal es que el año se cierre con un incremento inferior al 10% respecto a 2003. "Lo cual sigue siendo bestial y no es para tirar las campanas al vuelo", reconoció Emilio Carrillo.

Según el concejal, en Sevilla, como en el resto de España, la culpa del encarecimiento de la vivienda radica en gran parte en las ansias especulativas. Pero en la capital andaluza, añadió Carrillo, la subida obedece también a que en los últimos años se han construido muchas menos viviendas que en cualquier otra gran ciudad.

Para demostrar su tesis, Carrillo contrastó los datos de la Gerencia de Urbanismo con los del Colegio de Aparejadores y un estudio del BBVA cerrado hace sólo unos días. Las cifras muestran que el número de licencias concedidas en Sevilla para construir nuevas viviendas ha caído el 56,03% desde 1995. En el trienio 1995-1997, se iniciaron 19.390 viviendas; entre 1998 y 2000, 10.552; y entre 2001 y 2003, 8.526.

Nuevas promociones

De la comparación de las cifras de Sevilla con las del resto del país, se desprende que esta es una tendencia casi exclusiva de la capital andaluza, ya que en las otras grandes ciudades analizadas (Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y Málaga) cada año se construyen más viviendas. Las licencias que se concedían en Sevilla representaban en 1998 el 7,10% de las de las todas las grandes ciudades; en 2003, apenas el 4,7% (en Sevilla se iniciaron 3.052 y entre las seis grandes ciudades, 64.814)

La causa, según Carrillo, hay que buscarla sobre todo en que el PGOU de 1987, aún vigente, "agotó prácticamente" en 1996 su suelo para construir nuevas viviendas. El inicio del nuevo PGOU estaba previsto a mitad de la década de los noventa, pero se retrasó hasta el 2000. Los datos confirman, según el edil de Urbanismo, que el gobierno municipal ha acertado al prever en el marco del nuevo PGOU la construcción de más de 53.000 viviendas, una bolsa que el PA y algunos expertos han considerado excesiva.