El empeño de Fabra en atribuir a ETA el 11-M será llevado al Congreso

Los socialistas quieren llevar a la comisión de investigación del 11-M en el Congreso la actitud del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, del PP, que no quiso eliminar la referencia a ETA en el comunicado que aprobó la institución tras los atentados, pese a que se lo pidió explícitamente la oposición. Fabra tampoco quiso rectificar el acuerdo días después, cuando ya estaba clara la autoría de Al Qaeda. El PSOE pretende demostrar la "intencionalidad" del PP en extender la hipótesis de ETA para no perjudicar sus expectativas en las elecciones del 14 de marzo.

El grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados ha solicitado al grupo socialista en la Diputación de Castellón las actas del pleno extraordinario que se convocó para condenar los atentados ocurridos en Madrid el 11 de marzo, que costaron la vida a 190 personas.

Además del documento del plenario, los socialistas de Castellón han remitido el acta de la junta de portavoces, donde realmente se mostraron las discrepancias de los grupos de la oposición, PSPV y Bloc Nacionalista Valencià, con el presidente de la Diputación, Carlos Fabra, quien se empeñó en atribuir los hechos a la banda terrorista ETA.

El PSOE estudia sacar a relucir esta actitud ante la comisión parlamentaria de investigación que trata de dilucidar lo ocurrido entre el 11 y el 14 de marzo, para así demostrar la "intencionalidad" del PP en extender la autoría de ETA como única línea de investigación. La recopilación de otras actitudes semejantes a la de Fabra permitirá a los socialistas sustentar la posibilidad de que la cúpula nacional de los populares diera indicaciones específicas en ese sentido a sus líderes provinciales.

El pleno de la Diputación de Castellón no se celebró el mismo día 11, tal como ocurrió en la mayoría de ayuntamientos e instituciones provinciales. El también líder del PP provincial, acudió, el día de los atentados, a la concentración frente al Ayuntamiento de la capital de La Plana. Allí se leyó, consensuado, un manifiesto de condena en el que, a última hora, se cambió la palabra "etarras" por "terroristas", pese a que sólo habían pasado unas horas desde el estallido de las bombas. El pleno en la Diputación no se convocó hasta el día siguiente y, en la reunión previa de la junta de portavoces, Fabra impuso que la declaración oficial de la institución atribuyera el atentado a la banda terrorista ETA, cuando, públicamente, el Gobierno ya había manifestado que no descartaba otras hipótesis sobre la autoría de los atentados. "Ésta es la moción que se va a aprobar. Votad lo que queráis, o presentad otra", fueron las palabras de Carlos Fabra, según indicaron entonces los portavoces de los grupos de la oposición, que optaron por no romper la unidad de los partidos democráticos y asumir el texto, pese a que discrepaban de su redacción. El presidente de la Diputación argumentó que "los únicos que dudan de que haya sido ETA son Otegui y la Cadena SER", según explicó el portavoz adjunto del grupo socialista, Juli Domingo. Además, hizo referencia a la declaración de la Federación Española de Municipios y Provincias, presidida por un socialista, tal como reiteró Fabra en varias ocasiones, que, el día anterior, sí se refería a ETA. Así las cosas, Fabra redactó su moción y los portavoces de la oposición dejaron constancia en el acta de su desacuerdo.

Días después, en un momento en que ya se habían producido las detenciones de los primeros sospechosos y cuando la autoría de extremistas islámicos ya estaba definida, el presidente de la Diputación de Castellón se negó a modificar el texto aprobado y se volvió cobijar en el comunicado que la Federación Española de Municipios y Provincias redactó el mismo 11-M. Fabra dijo a los representantes de la oposición que no iba a rectificar porque "la Federación Española de Municipios y Provincias, presidida por el socialista Francisco Vázquez, no ha rectificado".

En aquella fecha, en la página web de la federación aparecía el manifiesto de respulsa, firmado por el propio Francisco Vázquez, en el que se condenaba el "bárbaro y criminal atentado de Madrid" sin hacer referencia alguna a la banda terrorista ETA.