Chick Corea llega hoy con sus ritmos al festival Via Jazz de Collado Villalba
Armando Anthony Chick Corea (1941) sigue siendo uno de los más activos músicos de jazz: lanza discos de piano solo, protagoniza duetos con Herbie Hancock o Gonzalo Rubalcaba, graba con orquestas sinfónicas, trabaja simultáneamente con grupos acústicos (Origin, New Trio) y eléctricos. Tras las celebraciones de sus 60 años de vida, ha retomado uno de sus proyectos más populares, la Elektric Band, con la que se presenta hoy en el festival Via Jazz, en Collado Villalba (Madrid).
Desde Montreal (Canadá), donde está ensayando, Corea explica: "La Elektric Band es, dentro del jazz de fusión, más importante de lo que yo podía imaginar. Para la reaparición, metimos 15.000 personas en el Hollywood Bowl. Surge una energía especial cuando toco con John Patitucci (bajo), Frank Gambale (guitarra), Eric Marienthal (saxófono) y Dave Weckl (batería). Por ejemplo, cuando tocamos algo que grabé con Miles Davis, me pongo a pensar: '¿qué piensas de esto, Miles?'. Hasta que me doy cuenta que estoy siendo arrogante".
Lamenta, eso sí, que el intenso sonido de la Elektric Band le impida invitar al escenario a su amigo Paco de Lucía: "Llevo con gran orgullo los temas que Paco me ha dedicado. Siempre tenemos pendiente el proyecto de hacer algo más duradero, tal vez grabar un disco conjunto. Me gustaría aprovechar esta visita para concretarlo con él."
Discograficamente, la Elektric Band reaparece con To the stars (Stretch/Indigo), una minuciosa "banda sonora" para una novela de ciencia ficción de L. Ron Hubbard, el discutido fundador de la Iglesia de la Cienciología. Así que resulta imposible rehuir el asunto: "Yo sé lo que es sufrir persecución por ser cientólogo. Me prohibieron actuar en Baviera, y mi caso terminó enfrentando a los gobiernos de Alemania y Estados Unidos", argumenta.
Para Corea, la cienciología es la verdadera explicación de su prolífica carrera. "Dejar las drogas blandas sólo fue un paso. Aparte de hacerme una persona más libre, la cienciología me convirtió en un músico mejor: desarrolló mis posibilidades, me hizo más rápido, me enseñó a prescindir de lo trivial y centrarme en lo esencial".
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