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Columna
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Nuclear

Mañana llega el submarino (nuclear) Tireless a Gibraltar, aquel que echamos a base de insistencia ciudadana y tras una de las mayores manifestaciones de protesta que se recuerda en Andalucía. Logramos echarlo, pero durante cinco meses el Gobierno británico se burló del Gobierno español manteniendo el submarino en Gibraltar donde llegó con una avería mucho más seria de lo que se quiso reconocer, es decir en circunstancia de grave riesgo.

En aquel momento, año 2001, el presidente Aznar asumió el riesgo de consentir la estancia de un submarino (nuclear) con su reactor averiado, en un puerto que no tiene condiciones ni medios para reaccionar en caso de emergencia. El Gobierno británico en ningún momento se preocupó de dar una información que, por otra parte, Aznar nunca se ocupó de reclamar. Los andaluces tuvimos durante cinco meses una bomba entre las piernas y Tony Blair, que sería o no sería amigo de Aznar, pero que sobre todo es muy suyo y de lo suyo, antes que poner en peligro a la población de cualquiera de los puertos británicos preparados para reparar el Tireless, prefirió que se trajera a Gibraltar, territorio inglés según la Princesa Ana, pero menos, si tenemos en cuenta cómo le mandan submarinos (nucleares). En fin, que cuando ya creíamos que no habría más bromas con el barquito, resulta que vuelve, dicen que para hacer una escala de rutina, que no sabemos si lo que quiere decir es que llega a Gibraltar rutinariamente cada vez que le da la gana, como si tuviera querencia de los muchos meses que lo tuvimos ahí, o no quiere decir nada, pero es una manera de decir que viene y nada más. Lo cierto es que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha dicho que la escala del Tireless en el Peñón afectará a las relaciones entre Londres y Madrid. Nos dicen que el Gobierno británico ha dado toda clase de garantías sobre la seguridad de la escala. Es lo menos que puede garantizar el Gobierno británico, teniendo en cuenta el riesgo a que nos sometió la anterior estancia del barquito. Es poco sin embargo, como cuando tuvimos el submarino (nuclear) cinco meses entre las piernas de Andalucía, la pancarta sigue rezando lo mismo: ¡que se lleven el Tireless fuera de Gibraltar¡

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