Sólo el 4% de la población utiliza en casa mecanismos para ahorrar agua

El uso de mecanismos que reducen el consumo de agua y permiten un notable ahorro diario está muy poco extendido. Una encuesta hecha en paralelo a una campaña de ahorro señala que sólo el 4% de la población utiliza este tipo de aparatos, que van desde reductores de caudal en los grifos y duchas hasta dispositivos que disminuyen el flujo de agua en las cisternas o discriminan la cantidad a evacuar según los usos. Por el contrario, más del 65% de la población consume agua embotellada para beber, porcentaje que cae hasta el 25% en el distrito barcelonés de Nou Barris.

La experiencia que dio base a la encuesta consistió en ofrecer a diversas familias de Torredembarra (Tarragonès), Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental) y Barcelona (en los distritos de Nou Barris y Sarrià) la posibilidad de comparar los consumos habituales con los registrados tras la instalación de mecanismos de ahorro. La campaña, que ha supuesto un coste de 432.728 euros, ha sido financiada por la Agencia Catalana del Agua, del Departamento de Medio Ambiente.

Los resultados, según los autores de la experiencia, Ecologistes en Acció, son aproximativos. De hecho, ni siquiera se ha contabilizado un ciclo anual completo. No obstante, se aprecia una reducción en todos los casos, aunque de forma irregular. Se ha procurado disponer de datos de viviendas verticales y de casas pareadas con jardín y sin él, y con y sin piscina. Las viviendas con jardín presentaban reducciones porcentuales medias inferiores a las experimentadas en los pisos.

4.224 casas

La cifra total de viviendas controladas es de 4.224, de las que 943 se hallan en Torredembarra y 1.135 en Santa Perpètua. En Sarrià se instalaron los dispositivos en 1.199 viviendas y en Nou Barris, en 947. En los casos de Torredembarra y Santa Perpètua se controlaron tanto viviendas como algunos negocios: 90 en la población tarraconense y 200 en el Vallès Occidental.

Las reducciones observadas en Torredembarra van del 6% al 14,5%, y son mayores en las viviendas que son utilizadas como segunda residencia que en las que están ocupadas durante todo el año. En Santa Perpètua, en cambio, el ahorro en las construcciones verticales va del 7% al 20%, mientras que en las viviendas unifamiliares se mueve en una horquilla que va del 8% al 14%. Los resultados son diferentes en Barcelona. En Sarrià, el promedio de ahorro se situó en el 8% y de una forma homogénea: las puntas van del 7,5% al 9,1%. Los autores del estudio llaman la atención respecto a que en las viviendas donde había mayor cantidad de mecanismos el ahorro era mayor que donde había menos.

En Nou Barris, los resultados son más irregulares e incluso experimentan notables variaciones en función del trimestre que se analice. Los aparatos fueron suministrados de forma gratuita y supusieron un coste de 45 euros por vivienda. La mayoría de las personas encuestadas opinaron que el mayor consumo de agua se produce en la ducha y en la lavadora, aunque en realidad se registra en el retrete y la ducha.

El consejero de Medio Ambiente, Salvador Milà, recordó que se impondrá por ley que las nuevas viviendas dispongan todas de mecanismos de ahorro, del mismo modo que éstos deberán ser instalados en los casos de viviendas rehabilitadas.