BMW se asienta en España

El presidente del consejo de Administración de BMW, Helmut Panke, ha inaugurado esta semana las nuevas instalaciones de la firma alemana en España, que suponen una inversión de casi 100 millones de euros. La apuesta responde entre otras cosas a un continuo aumento de sus ventas, que en los cinco primeros meses de este año se han incrementado en un 13,6%.

Este será un nuevo año récord de BMW en España, el décimo consecutivo, según Panke, "un paso más para los todavía mejores ejercicios que vendrán a partir de ahora".

En el mercado mundial, BMW vendió un total de 1,1 millones de automóviles en 2003 y espera vender 1,4 millones en 2008 con la colaboración de las tres marcas: BMW, Mini y Rolls Royce. Y curiosamente, aunque su modelo más vendido es la serie 3 y espera alcanzar cifras también importantes tanto con el Mini, como con la nueva serie 1 que acaba de presentar y de la que espera vender 100.000 unidades, los incrementos más importantes se registran sin embargo en los modelos de gamas más altas. En España, las versiones de la serie 5 han aumentado sus ventas un 35% durante el año pasado y en China, el BMW más vendido es el de la serie 7.

Las dos enseñas, Consum y Charter, facturaron 881,7 millones de euros en 2003 y elevaron sus beneficios un 21,5%, hasta los 10,3 millones

BMW sufrió un importante revés con la compra y posterior abandono de la británica Rover, por lo que Panke asegura que han aprendido la lección y no realizarán más adquisiciones. "No vamos a comprar ninguna marca, con las tres actuales podemos cubrir todo el mercado" señala.

Reconoce sin embargo que sí pueden producirse este tipo de operaciones en fabricantes de segmentos más bajos, en los que se necesitan mayores economías de escala. Unos segmentos, además en los que la compra se realiza por motivos más racionales como la potencia del motor, el tamaño del habitáculo y el precio, lo que supone un índice de fidelidad a la marca muy bajo. En las marcas más caras, las del segmento premium, las motivaciones de compra son de carácter emocional y la fidelidad por tanto mayor. "No habrá más fusiones en el segmento premium", asegura el presidente de BMW.

La situación más problemática, según Panke, se presenta para las marcas que no se consideran en ninguno de los dos grupos, o en las que intentan pertenecer a los dos al mismo tiempo. "Nosotros hemos comprobado con Rover que no sabemos movernos en el mercado más masificado y por eso nos hemos concentrado en el premium."

En cuanto al encarecimiento del precio del acero, una de las espadas de Dámocles que se agita en estos momentos sobre las cabezas de los fabricantes de automóviles, no supone para Helmut Panke ningún peligro a corto o medio plazo. No le preocupa un problema en el que según él China es tan sólo uno de los factores que intervienen en el incremento, "pero hay muchos más". El problema además, según el presidente de BMW, lo tienen las marcas que se han dedicado a comprar con precios a la baja en el mercado Spot, sin asegurarse a largo plazo, contratos de abastecimiento con precios pactados como ha hecho BMW.

"No es oportuno abrir ahora un debate sobre las consecuencias del incremento del precio del acero porque unas marcas hayan cometido algunos errores." La incidencia, en todo caso, sería de unos 50 euros por cada tonelada y un coche sólo lleva entre 0,5 y 0,6 toneladas, por lo que la repercusión sería de 30 euros por coche. "Los metales preciosos que llevan incorporados los catalizadores están sometidos a oscilaciones mucho más acusadas que el acero", apuntilla Panke.

Respecto a las razones de sus buenos resultados económicos y la decisión de construir nuevas fábricas en Alemania, Panke destacó la importancia de la gran flexibilidad laboral instaurada en su producción como lo demuestra el hecho de que tengan más de 300 modelos distintos de jornada laboral.