Una nueva agenda para Consum

Tras el divorcio, una vida nueva y una nueva agenda. Consum cerró una puerta en febrero al anunciar la ruptura de la alianza que mantenía con Eroski. Este paso supuso el fin de 13 años de convivencia y el inicio de un plan estratégico para 2005-2007 en el que la cooperativa valenciana trabaja. El crecimiento será uno de los puntos. Consum quiere crecer a más velocidad en las zonas en las que ya está presente y no descarta entrar en las vecinas.

La firma alemana lleva una década de incrementos constantes de ventas en España y espera mejorar los resultados con la nueva serie 1

La cooperativa valenciana estima que la ruptura del acuerdo con Eroski le supondrá este ejercicio un ahorro de 1,5 millones de euros

Pasos cortos ante un sector cambiante. Cuatro meses después del anuncio de ruptura entre Consum y Eroski, la cooperativa valenciana trabaja en la concreción del plan estratégico que marcará su gestión entre el año próximo y 2007. Plan, el primero de su nueva etapa de soltería, que espera completar en noviembre y que recogerá, entre otros aspectos, sus deseos de crecimiento. Intenciones con las que aprovechar las oportunidades de negocio de un sector muy competitivo pero que aún tiene terreno por delante.

Consum sumaba a finales del año pasado 422 supermercados distribuidos en la Comunidad Valenciana (74%), Cataluña, Murcia y Castilla-La Mancha. La cooperativa también tiene ya alguna experiencia en el sur de Aragón. El plan estratégico tendrá que definir cifras, zonas y ritmos, aunque el presidente de Consum, Emilio Villaescusa, considera que deben ser "más audaces" de lo que han sido para crecer con mayor velocidad.

En los últimos ejercicios, la cooperativa añadía entre 20 y 25 puntos de venta al año; en el actual, la previsión marca entre 25 y 30, y aunque Villaescusa insiste en que será el plan estratégico el que deberá concretar la cifra, también tiene claro que ésta tendrá que moverse "a partir de esos números". La forma será la apertura de puntos de venta propios y franquiciados. Consum no contempla, de momento, crecer mediante adquisiciones, una opción que ha utilizado en el pasado. La cooperativa valenciana empezó a recurrir a compras para aumentar su talla con la adquisición de los 19 establecimientos de la cadena valenciana Vegeva (Supereco). Fue en 1987. Le siguieron otras como la de Jobac, la mayor de todas, o Distac y Disbor en Cataluña, todas en la década de los noventa.

Crecimiento en las cercanías

Villaescusa explica que la compra de cadenas es "cada día más difícil", porque al coste financiero de la operación, "muy importante", se une el de la integración del personal a la cultura y al modelo propio. Aparcada por ahora esta opción, considera que "lo natural" es expandirse en las zonas en las que ya está presente, donde cree que es preciso "continuar creciendo". "Podemos crecer por el arco mediterráneo y por las zonas vecinas", comenta. "Podemos y querremos", puntualiza Villaescusa.

La decisión de Consum de abandonar el Grupo Eroski fue interpretada como un paso contracorriente dentro de un sector en el que se desarrollan movimientos de concentración. Consum habló de "desencuentros" en los modelos de gestión y de una perspectiva de disolución en el grupo a la que la cooperativa valenciana no estaba dispuesta. Su presidente, en cualquier caso, no cree que sea una "ecuación directa" que en el sector de la distribución se es más fuerte por ser más grande. En un mercado de concentración, dice, el tamaño permite algunas ventajas, "pero no todas". Recuerda que también "han caído" cadenas grandes. Resume, en sentido figurado, que lo mejor es tener el peso del elefante y la agilidad de la ardilla, y explica que, aunque Consum no es un peso pesado, "a pesar de que tampoco somos pequeños", quiere tener la segunda característica, porque su vocación "es permanecer en el tiempo".

Como sea, este año es de transición para la cooperativa valenciana, que desde hace unos meses trabaja en resolver los asuntos pendientes consecuencia de la desvinculación: la creación de una central de compras o la sustitución de los productos Consumer (marca blanca), que se completará tras el verano, son algunos de estos asuntos. Con todo, Consum estimó en abril que su marcha de Eroski le supondrá este año un ahorro de 1,5 millones de euros.

La cooperativa ha resuelto la sustitución de la marca blanca negociando acuerdos con proveedores regionales que le suministrarán una selección de marcas, en algunos casos en exclusiva. Muchos de los proveedores son nuevos. Villaescusa subraya que una de las funciones de Consum es "crear riqueza" con empleo directo, pero también inducido. "La desvinculación del grupo nos ayuda a hacerlo con mayor claridad", asegura. En debate, de momento, está la posible creación de una nueva marca blanca genérica. Villaescusa, en cualquier caso, puntualiza que no se busca la marca blanca "como sustitución de", y que en la oferta de sus establecimientos ésta nunca ha tenido una participación tan elevada como en los lineales de otras cadenas.

Con una plantilla de 5.245 trabajadores a finales de 2003, sus dos enseñas, Consum y Charter, sumaron una facturación de 881,7 millones de euros. El beneficio quedó en 10,3 millones, un 21,5% más. La cooperativa combina prácticamente desde sus inicios, hace casi 30 años, la tienda propia con la franquicia, que suma 122 de sus 422 supermercados de proximidad. Algo más del 70% de las franquicias, bajo la enseña Charter, están en la Comunidad Valenciana.