Las quejas salen a la luz
Los afectados por los apagones presentan facturas y fotografías para reclamar indemnizaciones a Endesa
El aire acondicionado funcionaba a tope a mediodía de ayer en las oficinas centrales de Endesa en Sevilla. Era lo primero que notaban algunos de los que se acercaron a reclamar compensaciones por los daños que les han causado los apagones. "Aquí sí que se está fresquito, que se vengan un rato a mi tienda", dice Trinidad López, que ha tenido que cerrar dos veces esta semana su establecimiento de helados y chucherías en el barrio de Pino Montano.
Desde el miércoles a las 19.00 no se ha vuelto a quedar sin luz, pero asegura que "la chapuza" que han hecho para devolver el suministro hace que la energía llegue ahora con menos fuerza. "Si funcionan a la vez dos congeladores, no va el aire acondicionado", dice. De ahí que agradezca la temperatura más que llevadera de la oficina de Endesa. Para presentar su reclamación se ha traído la factura de los tres congeladores llenos de helados que ha tenido que tirar y del electricista de guardia al que tuvo que llamar el domingo tras pasar varias horas sin luz. En total, más de 900 euros.
La oficina central de Endesa, en la calle Diego Martínez Barrios, tiene varias mesas de "atención preferente" para los afectados por los "incidentes de Sevilla". Los clientes llegan poco a poco, sin colas. Mercedes León, propietaria de una pescadería de La Macarena trae hasta fotos de la mercancía que nunca pudo vender. "Los congelados no tenían mala cara, pero yo sé que están malos después de 24 horas sin frío. Así no puedo ponerlos a la venta", afirma. Estuvo sin luz desde las 14.00 hasta las 23.30 del martes, pero las cámaras industriales no terminaron de arrancar hasta la mañana de miércoles. Además de las fotos, trae las facturas de los 40 kilos de pescado y marisco que compró en Mercasevilla la madrugada del miércoles. Le costó 1.500 euros y ella va a pedir 2.500, que es lo que estima que habría sacado por la venta.
Además de a las oficinas de Endesa, muchos sevillanos han optado por otras vías de reclamación. La Oficina Municipal de Información al Consumidor ha atendido desde el martes 89 consultas; la Federación de Asociaciones de Consumidores (Facua), 84; y la Unión de Consumidores de Andalucía (UCE) recibió 600 reclamaciones el miércoles.
Las consecuencias de los cortes también se han notado en Jaén. Unos 14.000 pollos de una granja particular de la aldea de Collejares, en el municipio de Quesada, murieron el domingo debido a la falta de refrigeración en las instalaciones tras el corte de luz que se produjo entre las 16 y las 21 horas, informa Ginés Donaire. Los pollos, que suelen estar a una temperatura inferior a los 29 grados, soportaron temperaturas por encima de los 40 grados durante el corte de suministro eléctrico. Apenas se han salvado 3.000. Los propietarios han cifrado las pérdidas en 36.000 euros.
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