Seguidores del Alarde tradicional insultan y agreden a sus oponentes

Irún vivió ayer de nuevo por separado el Alarde de San Marcial, que rememora la victoria de las milicias forales sobre los franceses en 1522, en una jornada que acabó enturbiada por un episodio final de violencia e intolerancia. El Alarde tradicional, integrado por 7.130 hombres y 19 cantineras, había transcurrido sin incidentes y el desfile mixto, en el que participaban un millar de personas, con las mujeres como escopeteras, se hallaba a punto de finalizar. En ese momento, un grupo de defensores de la marcha "de siempre", concentrados en la confluencia de las calles Fueros y Mayor, comenzaron a insultarles y les arrojaron botellas y vasos de plástico sobre el cordón que formó la Ertzaintza.

En la refriega, según una portavoz del Alarde mixto, varias personas acabaron contusionadas. No fueron los únicas heridas leves de esta marcha. Minutos antes, un partidario del desfile tradicional lanzó un petardo contra una mula. El animal se encabritó y pateó a uno de los participantes, que tuvo que ser atendido en un centro hospitalario.