Zaplana acusa al Ejecutivo de salvar su "debilidad" con pactos secretos

El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, acusó ayer al Gobierno de mantener pactos secretos para asegurarse "una mayoría estable" y le calificó de "débil e inestable". El PP, dijo, tiene "obligación de saber qué hay detrás de cada apoyo parlamentario y de cada votación favorable".

El Congreso celebró ayer la última sesión de control al Gobierno en el actual periodo de sesiones, que finaliza hoy y que no se reanudará hasta septiembre. Y para acabar la actividad ordinaria se reprodujo el esquema que el PP viene utilizando cada miércoles: sendas preguntas de Zaplana y del secretario general adjunto del partido, Ángel Acebes, dirigidas a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien aseguró que la actuación del Gabinete es transparente y acusó de opacidad al anterior, del PP.

Acebes ocupó su turno con una pregunta recurrente y que ha venido formulando desde el inicio de la legislatura tratando de poner de manifiesto que existe descoordinación en el Gobierno. Ayer citó incluso el Pulsómetro de la SER, sin citar a la cadena por su nombre, sino como "la emisora favorita del presidente", para demostrarle que "la mitad de los españoles ya opina que hay descoordinación en el Gobierno".

Fernández de la Vega recurrió a la ironía al responderle que los miércoles va a echarle de menos y que desde que arrancó la legislatura el dirigente del PP "sólo ha hecho una pregunta", recriminándole la insistencia en preguntarle lo mismo de distintas formas. Aunque acabó en otro tono bien distinto al reprocharle a Acebes que el Gobierno del PP sí se coordinaba "en la mentira", y le citó la guerra de Irak, las armas de destrucción masiva, el Yakovlev o el déficit cero.

Durante la sesión, el presidente de la Cámara, Manuel Marín, tuvo que intervenir varias veces para cortar las voces que interrumpían al presidente del Gobierno desde los escaños del PP, y llamó la atención en tono muy severo al diputado popular Juan Fernández Lasqueti, pidiéndole que no volviese a hacer "ese gesto tan desagradable". Fuentes parlamentarias aseguraron que Marín interpretó que el diputado hacía gestos groseros.