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Reportaje:RELEVO EN LA COMISIÓN EUROPEA | Adiós a Prodi

El gran éxito de Bertie Ahern

El primer ministro irlandés ha logrado durante su presidencia de la UE aprobar la Constitución y nombrar al sucesor de Prodi

Carlos Yárnoz

El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, líder del partido Fianna Fail, ha superado todos los pronósticos negativos sobre su presidencia semestral de la UE, que hoy concluye. Ahern llevó a buen puerto la ampliación de la Unión el 1 de mayo, un objetivo que venía encaminado por las anteriores presidencias, pero su verdadero éxito ha consistido en lograr que los 25 aprobaran el primer Tratado Constitucional de la Unión. Ayer, puso un cierre de oro al conseguir el consenso para designar al futuro presidente de la Comisión cuando, sólo 11 días antes, la nominación había quedado empantanada por las discrepancias entre los líderes.

Ahern, nacido en 1951 en el seno de una familia trabajadora de un suburbio de Dublín, "ha demostrado una habilidad diplomática excepcional al lograr el acuerdo y la unanimidad en asuntos de gran complejidad", ha dicho el todavía presidente de la Comisión, Romano Prodi, quien ha añadido: "La presidencia irlandesa será recordada por mucho tiempo".

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En esta sexta presidencia irlandesa de la Unión, esa habilidad del Taoiseach (denominación gaélica de primer ministro) hizo que su nombre fuera mencionado como futuro presidente de la Comisión, una opción que contaba con el consenso de todos, con la única excepción del suyo, porque siempre reiteró que prefería seguir como primer ministro de su país.

Ahern heredó el 1 de enero la dirección de una UE que a la profunda crisis en que había entrado por la guerra de Irak sumaba las heridas del fracaso de la cumbre de diciembre que debía alumbrar la primera Constitución europea. El 14 de enero, en el Europarlamento, Ahern se declaró decepcionado por lo ocurrido y, pese a reconocer las divergencias existentes, se comprometió a intentar que la UE contara con una Constitución en este semestre: "Lo que nos hace falta para lograr los compromisos necesarios es una adecuada voluntad política colectiva", dijo.

En busca de esa voluntad colectiva centró sus esfuerzos y fijó como plazo el 26 de marzo, fecha de la cumbre europea de primavera, para comprobar si existía o no una determinación para reanudar las negociaciones. Alemania y Francia le expresaron su apoyo de inmediato y hasta los Gobiernos de España y Polonia mostraron su disposición al diálogo aunque sin renunciar a su rechazo al reparto de poder previsto en el proyecto constitucional. Fue el vuelco electoral del 14-M en España el que facilitó el camino y, al concluir la citada cumbre, Ahern anunció que existía esa "voluntad política".

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Para llegar a esa meta intermedia, el primer ministro irlandés, junto con su escudero y ministro de Exteriores, Brian Cowen, había visitado las 24 capitales de la UE. Repitió el periplo en las semanas previas a la cumbre de junio y, al concluir la reunión, Ahern anunció que los 25 habían conseguido "un jalón en la evolución de la UE". Ni uno solo de los líderes hizo la más mínima crítica al papel del primer ministro irlandés, quien sí recibió los parabienes de todos sus homólogos, como volvió a ocurrir ayer.

El último éxito ha consistido en lograr el consenso para designar a José Manuel Durão Barroso como futuro presidente de la Comisión. Como en el caso de la Constitución, la clave se llama "paciencia y discreción", según aseguran fuentes próximas al primer ministro, que recuerdan su protagonismo en el acuerdo de 1998 para el definitivo cese de la violencia del IRA.

Paciencia para escuchar a todos los líderes y, después, encontrar "el denominador común". Y discreción para que no trascendieran antes de tiempo sus propuestas. Todo lo opuesto a la anterior presidencia, la que protagonizó el polémico Silvio Berlusconi, el primer ministro italiano que culminó su estridente semestre con uno de los mayores fracasos de la Unión.

Ahern recibió una Europa gravemente dividida. La deja, opina Prodi, con todos los síntomas de "una unidad restaurada". Es la situación mejorada que hereda ahora Holanda, el país que presidirá la Unión de julio a diciembre.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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