_
_
_
_
_

Una merecida recompensa

Ahmed el Masri, un joven de origen musulmán que vive en un suburbio de Estocolmo, se asomó al balcón de su casa para fumar un cigarrillo, cuando vio que en el camino de un bosque cercano un hombre atacaba por atrás a una mujer y la arrastraba por un costado. Sin pérdida de tiempo llamó a cuatro amigos que viven en la vecindad y juntos corrieron hacia el lugar para tratar de impedir lo que tenía toda la apariencia de un intento de violación más de los que se cometen frecuentemente. Llegaron a tiempo de evitarlo. El agresor, un hombre de 34 años con antecedentes por el mismo tipo de brutalidad, intentó enfrentarse a ellos, pero no tuvo más remedio que rendirse ante la superioridad numérica. Lo retuvieron hasta que la policía acudió a su llamada. Días pasados, la comuna de Täby los invitó a un sencillo homenaje por su comportamiento ciudadano y les obsequió con 75.000 coronas (aproximadamente unos 7.500 euros). "Sólo pensamos en la muchacha", dijo Mehrdad Negahdari, "que si hubiera sido violada se vería obligada a pensar en eso durante el resto de su vida". Los otros "héroes", como les llama Jenny, la muchacha salvada, son Marcus Håård, Carlos Bellangue y Giancarlo Plasencia Pumarayme, todos inmigrantes de diverso origen, lo que da al episodio, en los tiempos actuales, una significación agregada.-

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_