Madrid se llena de pasión olímpica

Miles de madrileños salieron ayer a las calles para presenciar el paso de la antorcha olímpica y respaldar las aspiraciones de la ciudad que quiere ser la organizadora de los Juegos de Verano de 2012. Durante casi cuatro horas la llama estuvo en Madrid, adonde llegó procedente de Londres, para partir después rumbo a Barcelona y a su destino final, Atenas.

Madrid desearía que el fuego sagrado que se guarda en Olimpia (Grecia) ardiera en el pebetero del estadio de La Peineta durante tres semanas de 2012. Eso significaría que la ciudad ha logrado su propósito de ser la organizadora del evento. La incógnita se resolverá en julio de 2005 en Singapur, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) dé a conocer cuál es el mejor proyecto de los cinco que han quedado tras la primera selección: Madrid, París, Nueva York, Londres y Moscú.

Madrid fue ayer anfitriona de la antorcha en su calidad de aspirante a los Juegos de 2012. Las rígidas normas del COI impiden a la ciudad hacer propaganda de su proyecto, pero la ocasión era el mejor anuncio publicitario posible. La señal de lo que ocurría en las calles madrileñas fue distribuida a todo el mundo por TVE y Telemadrid. El COI pudo también comprobar que la pasión olímpica comienza a despertarse entre los ciudadanos.

El termómetro marcaba más de 30 grados cuando el fuego aterrizó poco antes de las nueve de la mañana en el aeropuerto de Barajas. Al pie de la escalerilla del avión privado procedente de Londres, el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, y el presidente del Comité Olímpico Español (COE), José María Echavarría, esperaban el cofre en el que viaja el fuego en su recorrido por medio mundo.

Ruiz-Gallardón quiso que en todo el recorrido de la antorcha hubiera signos de los valores más sólidos del proyecto olímpico madrileño. El primero, el transporte. Madrid es la única de las cinco ciudades finalistas que llevará el metro a todas sus instalaciones y que dispone de un acceso en suburbano a menos de diez minutos desde el aeropuerto. Como muestra de las bondades de este sistema de transporte, el fuego viajó en siete minutos y medio desde Barajas hasta la estación de Nuevos Ministerios. Para enseñar su compromiso con el medio ambiente, la Policía Municipal escoltó la llama en bicicleta y a caballo y, además, las basuras que quedaron en las calles tras el acto serán recicladas y se convertirán en objetos de recuerdo del acto de ayer.

El COI concedió una de las mejores notas del proyecto al apartado de apoyo institucional. Ayer, de nuevo, los tres grupos municipales (PP, PSOE e IU) mostraron su respaldo a la candidatura Madrid 2012, junto con el secretario de Estado del Deporte, Jaime Lissavetzky. En la Puerta de Alcalá, este apoyo institucional adquirió aún más consistencia con la presencia, junto al pebetero, de los príncipes de Asturias y de los presidentes del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y de la Comunidad, Esperanza Aguirre.

El recorrido, que comenzó en el paseo de la Castellana junto a la estación de Nuevos Ministerios, estaba diseñado sobre casi 12 kilómetros que fueron recorridos por 30 relevistas: campeones del mundo, de Europa, olímpicos, periodistas, compañeros de estudios de dos víctimas del 11-M, y también algún famoso impuesto por una de las empresas patrocinadoras, cual es el caso de Álvaro de Marichalar, hermano del duque de Lugo, que practica un deporte -la moto acuática- que no es modalidad olímpica. Los relevistas que quisieron quedarse, de recuerdo, con la antorcha que habían portado tuvieron que pagar 340 euros.

Manel Estiarte, campeón olímpico de waterpolo en Atlanta 1996, subcampeón olímpico en Barcelona y miembro del COE, inició el paseo de la antorcha por Madrid. "Estoy ilusionado y emocionado. Es un privilegio muy grande ser uno de los relevistas", reconoció el deportista, que recordó su experiencia en Barcelona 92 cuando llevó la antorcha en su ciudad natal. Representantes de 11 deportes se fueron dando el relevo. A Estiarte le siguió Nina Zivanevskaia, la nadadora que obtuvo el bronce en los 100 metros espalda en Sidney 2000.

Y a Zivanevskaia le siguió Ernesto Pérez Lobo, el yudoca que fue medalla de plata 95 kilos en los Juegos de Atlanta 96.

Los relevos de la antorcha iban acompañados por demostraciones deportivas en puntos clave de la ciudad. Hubo piragüismo en las fuentes de la plaza de Colón, doma a las puertas del Palacio Real, esgrima en las escalinatas del Congreso, voley-playa en una plataforma flotante en el estanque del Retiro y tenis en Nuevos Ministerios.

Los otros relevistas fueron Salvador Gamarra (paralímpico), Inmaculada Galván (periodista), Rafael Guijosa (balonmano), José Luis Llorente (baloncesto), Juan Antonio Corbalán (baloncesto), Mercedes Coghen (hockey hierba), Juan Carlos Rodríguez (periodista), Jimmy Castro (presentador de un programa infantil), Álvaro de Marichalar (navegante), Chema Martínez (atletismo), Luis Álvarez Cervera (hípica), Matías Prats (periodista), Blanca Fernández Ochoa (esquí), Miriam Blanco (yudo), José Luis Ballester (vela), Mar Feito (hockey hierba), Fernando Medina (esgrima), Laura Alonso (estudiante de INEF), Jesús Carballo (gimnasia), Fernando Romay (baloncesto), Abel Antón (atletismo), Amaya Valdemoro (baloncesto), Jesús García Bragado (atletismo), Carlos Jiménez (baloncesto), Ángel Luis Arteaga (estudiante de INEF), Gemma Hassen-Bey (paralímpica) y Francisco Narváez, Kiko (fútbol).

Kiko, el jugador que marcó el gol de la victoria que supuso para España la medalla de oro en Barcelona 92, fue quien entregó la antorcha a Ruiz-Gallardón, que le aguardaba en la Puerta de Alcalá. Fue ahí donde se produjo la mayor concentración de público y donde se vivió el mayor instante de pasión olímpica. El calor era asfixiante, pero la gente se colocaba camisetas y gorras distribuidas por los organizadores para sumarse a la fiesta.

Algo nervioso y muy ceremonioso, el alcalde recibió el relevo de Kiko y marchó hacia el pebetero instalado en la Puerta de Alcalá. Allí le esperaban los príncipes de Asturias, la infanta Pilar -miembro del COI-, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Ruiz-Gallardón entregó la antorcha a don Felipe y éste encendió el pebetero en medio de grandes aplausos.

El Príncipe quiso que éste fuera su primer acto oficial después de regresar de su luna de miel, para mostrar así su apoyo al proyecto de Madrid 2012. Don Felipe, abanderado del equipo español en aquellos juegos, fue ayer el encargado de enceder el pebetero.

En 142 días la antorcha olímpica viajará por 34 ciudades y recorrerá más de 100.000 kilómetros, superando así los 54.000 kilómetros, 14 ciudades y 120 días que empleó el fuego de Sidney (Australia). Será el trazado más largo de la historia, y el primero en el que la llama recorrerá América del Sur y África, pasando así por los cinco continentes representados por los anillos olímpicos.

La antorcha y la llama olímpica son dos de los grandes símbolos de los juegos modernos y una tradición de la antigua Grecia. La llama simboliza la pureza, el trabajo por la perfección y la lucha por la victoria; también la paz y la amistad. En la antigüedad, los juegos estaban dedicados al dios Zeus, y una llama, encendida al principio de éstos, ardía en su templo hasta el final. La llama resurgió en los juegos modernos de Amsterdam de 1928, mientras que en los de Berlín de 1936 el relevo de la antorcha volvió a formar parte de las ceremonias olímpicas. En el primer recorrido, la antorcha viajó desde Olimpia a Berlín.