Salvador Domínguez ordena la historia del rock en castellano

El guitarrista y escritor hispano-argentino Salvador Domínguez (Madrid, 1953) publica Los hijos del rock (Los grupos hispanos 1975-1989), un enorme volumen de cerca de 1.100 páginas, ilustrado con 2.000 fotografías, en el que se narra la biografía y discografía de las bandas de rock que salpicaron con sus repertorios y sus actitudes más o menos rebeldes los años que van desde el final de la dictadura de Franco hasta la década de los noventa.

Publicado por Ediciones Autor, este magno volumen, continuación de Bienvenido Mr. Rock (Los primeros grupos hispanos 1957-1975), también de Domínguez, retrata la que a juicio de la mayor parte de críticos musicales definen como la edad de oro del pop-rock ibérico.Para el autor, el criterio de elaboración de esta completa guía es "cronológico, aunque siempre teniendo en cuenta la situación geográfica y el ámbito sociológico en los que se desarrolla cada estilo. No es lo mismo la época de Triana, con Franco recién muerto, que la explosión punk gallega de la movida".

Los hijos del rock se agrupa en tres épocas fundamentales: de 1975 a 1977; de 1977 a 1980 y de 1980 hasta 1989. El primero de ellos viene precedido de una reflexión personal de Salvador: "Mientras que los años sesenta fueron una buena época para los grupos porque las discográficas tenían dinero y había curiosidad por las nuevas modas, después la industria pegó un bajón y hasta El patio, de Triana, no se volvió a invertir". Con la muerte del dictador se abre un paréntesis para el género y la segunda fase responde a la llegada de la transición. En aquellas épocas nace el mítico sello Chapa Discos de manos de Vicente Mariscal Romero, y al grito de "¡Viva el rollo!" florecen nombres como Asfalto, Topo, Cucharada, Mermelada, Ñu o Leño y, posteriormente y en ámbitos más duros, Barón Rojo, Obús o Panzer. Surgen los hispano-argentinos Tequila y al sur explota el rock andaluz con Veneno, Imán, Mezquita o Medina Azahara. Es el momento previo a la llegada de la movida y cuando empiezan a sonar la Orquesta Mondragón o Kaka De Luxe.

A esta época de apogeo, la movida y su posterior desarrollo en otras formas estéticas, dedica Salvador casi la mitad del libro. Fueron tiempos de rebelión punk, de acomodaticia nueva ola, del primer tecno, de nuevos románticos, de heavy metal, de oscuro after-punk e, incluso, de renacimiento del rock clásico en el barrio madrileño de Malasaña. Época de oro representada en primera instancia por nombres como Aviador Dro, Radio Futura, Paraíso, Zombies, Nacha Pop, Los Secretos, Mamá, Rubi y los Casinos, Los Elegantes, Los Nikis, Los Coyotes o Pistones. Una segunda hornada confirmará que la modernidad se ha instalado en España: Gutamayo Ye-yé, Ciudad Jardín, Parálisis Permanente o Gabinete Caligari, entre otros. Finalmente, la última hornada de rock español de tintes más o menos clásicos se gesta en 1986 en Malasaña con Fallen Idols, The Nativos, La Frontera, Los Enemigos, Desperados, Sex Museum o Los Ronaldos.