Médicos de la tierra

Toledo

Luis Jiménez se ha licenciado este año en Medicina. Con 22 matrículas de honor, se encuentra entre los mejores alumnos de la primera promoción de médicos de la Universidad de Castilla-La Mancha. Hace seis años comenzaba en Albacete lo que para muchos era una aventura, pero que ahora no cambiarían por ninguna otra facultad de Medicina: han sido sólo 20 alumnos por grupo y han tenido prácticas desde segundo de carrera, un tutor para cada dos estudiantes y un ordenador portátil cada uno desde el inicio.

Como Luis, otros 73 de los 80 alumnos que iniciaron entonces la carrera se acaban de licenciar. Los padres de Luis son ATS y él se ha convertido en el primer médico de la familia, aunque no será el único: su hermano estudia cuarto en la misma facultad. Mientras estudiaba trabajaba algunos fines de semana en el circuito de velocidad de La Torrecica como traductor de inglés para sacarse "unas pelillas", aunque para algunos de sus compañeros el trabajo ha sido más duro porque "les tocaba ayudar a sus padres en el campo".

Todos repiten lo mismo: "Lo mejor, las prácticas, el saber desde un primer momento qué hacer cuando te encuentras delante de un paciente". Comienzan las prácticas en segundo en centros de atención primaria. Desde entonces, pasan todos los días lectivos con sus batas blancas por el hospital General de Albacete.

El decano, Jorge Laborda, destaca el método docente que usan, "pionero en España", porque "aumenta la participación del estudiante en su aprendizaje y le introduce desde el principio en el medio hospitalario".

Ahora inician su preparación para las pruebas del MIR. "No sabemos si lo más duro ha pasado o está por venir", bromea Francisco Bautista, que durante tres años ha sido el delegado de curso de esta primera promoción. Pasará los próximos meses preparando la prueba en Oviedo, otros se quedarán en Albacete y el resto ha optado por Madrid. Hasta ahora, recuerda, "ha sido un lujo, y se agradece mucho, haber tenido un profesor casi a tu disposición, nos hemos sentido muy arropados". "Los comienzos fueron difíciles, hasta que todo empezó a rodar, pero ahora sé que no me confundí".

El decano está convencido de que "son estudiantes privilegiados y van a hacer muy buen papel en las pruebas del MIR".

De los 80 alumnos primeros se ha pasado a 463 y a 174 profesores, y el objetivo es ir a más. Esta facultad tiene la mirada puesta en la investigación, porque "es importante para una docencia de calidad; si no se actualiza la docencia, disminuye". Pero también en abrir las puertas de otras universidades para poder ampliar conocimientos.

La Junta de comunidades de Castilla-La Mancha ha invertido hasta ahora 15 millones de euros en la construcción y equipamiento de esta facultad, y ya hay un compromiso para financiar la construcción de un animalario de experimentación y un aula magna. En el capítulo de agradecimientos, el decano coloca primero a los alumnos, que "rompieron el hielo". Pero también a todos los profesores y los profesionales de los centros de atención primaria y del hospital General de Albacete, que desde el principio se volcaron en formar a los primeros médicos que en su título llevan el sello de la Universidad de Castilla-La Mancha.