El jefe del Ejército denuncia en su relevo "venganzas y mentiras"

"He vuelto a sentir estos días el temblor incierto de ciertas deslealtades, de las venganzas, de los celos, de las mentiras interesadas, de las manipulaciones informativas", dijo ayer el general Luis Alejandre al despedirse como jefe del Ejército de Tierra.

Alejandre, el miembro más reciente de la anterior cúpula militar, era el candidato mejor situado para convertirse en nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa, en el que ayer se produjo también el relevo, junto al del Ejército del Aire. Sin embargo, el ministro, José Bono, le comunicó el jueves que, no sólo no ascendería, sino que sería sustituido. La decisión fue anunciada tras conocerse los errores en la identificación de los cadáveres del Yak-42 que se estrelló en Turquía con 62 militares a bordo en mayo de 2003, aunque Bono negó la vinculación entre el cese y el accidente.

Alejandre faltó ayer, sin presentar ninguna justificación, a la jura de los nuevos jefes militares. "Si aún quedaba alguna duda sobre lo acertado de relevarle, su comportamiento la ha despejado", dijo un alto responsable de Defensa.