"El PSOE tiene que presentar un proyecto en el que se reconozcan todos los españoles"
José Blanco, secretario de Organización y Acción Electoral del PSOE, se ha quedado prácticamente solo al cuidado del partido desde que el pasado 14 de marzo los socialistas arrebataran el poder al PP en las elecciones generales. La mayoría de los responsables de las distintas áreas de la ejecutiva han asumido responsabilidades de Gobierno.
Blanco conduce, por orden del secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, el 36º Congreso del partido -que se celebra el próximo fin de semana- en condiciones muy diferentes a como trabajó hace cuatro años en favor de la candidatura del ahora presidente del Gobierno a la secretaría general. De él dijo José Bono que debía ser bastante listo, porque sólo con un teléfono móvil le ganó el anterior congreso. Blanco asegura que ahora, después de muchos años de convulsión, el PSOE no desaparecerá ni se diluirá a favor del Gobierno sino que tratará de tener un papel relevante como vehículo engrasado entre la sociedad y el Ejecutivo. No olvida Blanco la condición de "federal" que tiene el PSOE y, por tanto, considera que las reivindicaciones de las federaciones para sus respectivas comunidades son lógicas. Pero hay un límite, la Constitución y el objetivo de que en el "proyecto socialista se reconozcan todos los españoles".
"No estaremos de acuerdo con reformas de los estatutos que superen la Constitución"
"Cuando Acebes nos acusa de ocupar la justicia es que piensa el ladrón que todos son..."
Pregunta. ¿Cuál va a ser el papel del PSOE con su partido en el Gobierno y, de momento, sin aparentes tensiones ideológicas, de proyecto o de poder.
Respuesta. El PSOE hace tiempo que dejó de estar ensimismado y por eso ganó las elecciones. Se ha producido el reencuentro con la gente. Es verdad que en otros momentos ha habido problemas ideológicos o muchas veces de poder. Ahora queremos orientar y dar coherencia al trabajo de los socialistas actúen donde actúen, en el Gobierno central, en las comunidades autónomas, en los ayuntamientos o en cualquier entramado social. Tenemos que presentar un proyecto político en el que se reconozcan todos los españoles.
P. El PSOE desapareció o se diluyó o se hizo invisible en la etapa anterior en la que ustedes gobernaron.
R. Eso no va a suceder ahora. La acción del PSOE insisto en que no se puede confundir ni limitar con la acción del gobierno.
P. ¿Crea alguna disfunción el hecho de que algunos secretarios de área en el partido sean ahora ministros?
R. La disfunción es la que se deriva de la falta de tiempo para poder dedicarse y poder compatibilizar el ejercicio de la función como ministro y la responsabilidad de área dentro del partido. Eso lo vamos a corregir dentro del Congreso.
P. Pero parece que seguirá habiendo ministros en la nueva ejecutiva...
R. No me corresponde decidir ni opinar sobre ese asunto. Primero se elige al secretario general y posteriormente él plantea al conjunto del congreso la formación de su propio equipo. El secretario general ha manifestado la necesidad de compatibilizar la experiencia de la actual dirección con la renovación. Habrá miembros del Gobierno en la dirección, es lo único que puedo decir.
P. ¿Qué sensación le produce escuchar las reivindicaciones del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, sobre un grupo propio en el Congreso para los socialista catalanes? ¿Le molesta, le incomoda, le cabrea?
R. No me molesta que un presidente de una comunidad autónoma defienda sus reivindicaciones, en absoluto. Aunque nuestra misión es compatibilizar las reivindicaciones de las comunidades autónomas con el interés común. A partir de ahí se pueden plantear todas las reivindicaciones que se pueden asumir y hay otras que no. Y eso se resuelve a través del diálogo y del acuerdo con un sólo límite a las reivindicaciones autonómicas, que es la Constitución.
P. Quizá por esa necesidad de aunar criterios y defender los intereses generales se reforzará en ese congreso la función del Consejo Territorial, que es el lugar de reunión de los llamados barones del partido, es decir, secretarios generales y presidentes autonómicos.
R. Reforzar el Consejo Territorial va a responder al mismo espíritu que nos anima a reforzar la presencia en el Senado de las comunidades autónomas. Buscamos la mejora de los mecanismos de coordinación entre las distintas federaciones.
P. Si al Congreso de los Diputados llega procedente de una comunidad autónoma la reforma de un Estatuto, aprobada por mayoría, que implica la reforma constitucional ¿qué hará el PSOE?
R. La reforma constitucional que proponemos se limita a la sucesión a la Jefatura del Estado, para que puedan reinar las mujeres, la reforma del Senado, la inclusión del nombre de las comunidades autónomas y la referencia a la Constitución Europea. No contemplamos ninguna otra posibilidad de reforma ni entendemos que sea prioritaria ni necesaria.
P. ¿Entonces votarían en contra?
R. Si supera los límites que hemos planteado, no estaremos de acuerdo.
P. ¿Contempla usted que haya en el Congreso diecisiete grupos parlamentarios socialistas, uno por cada comunidad autónoma?
R. Estoy absolutamente en contra. El PSOE tiene un proyecto para todo el país, reconocible por todos los ciudadanos del país y es el que tiene que estar representado en el Congreso. Precisamente planteamos la reforma del Senado para que en esa Cámara tengan cabida las ambiciones y aspiraciones de los territorios y hay que diferenciar el papel que le corresponde a cada Cámara. El Senado tiene que ser la Cámara territorial.
P. El PSC tiene planteada la formación de grupo propio como lo tuvo hace veinte años.
R. Hemos escuchado esa reivindicación sobre esa posibilidad pero ya hemos manifestado que ese asunto no está encima de la mesa y no se va a discutir en el congreso del partido. Porque no hay enmiendas y porque no toca.
P. ¿Qué le parece a usted la descoordinación que se observa en el Gobierno al escuchar distintas versiones sobre el mismo asunto que ofrecen los ministros?
R. Esa descoordinación del Gobierno es más aparente que real. Hay una legítima aspiración de los ministros por ofrecer proyectos a los ciudadanos y algunas propuestas son matizadas, pero desde luego las decisiones que se están tomando responden a las prioridades que ha establecido el propio Gobierno.
P. ¿Hubo imprevisión política en el anterior Gobierno para combatir la amenaza terrorista islámica?
R. El anterior presidente del Gobierno, José María Aznar, dijo que seguramente se había relajado en ese asunto. Me remito a sus declaraciones.
P. ¿Usted no tiene opinión?
R. No quiero enjuiciar una actuación sujeta a dos investigaciones: judicial y política.
P. ¿Cree usted que se desclasificarán los documentos del CNI solicitados por los grupos?
R. Estoy seguro de que el Gobierno pondrá toda la información que crea útil a disposición de la comisión y desclasificará los documentos que sean útiles y que no pongan en riesgo la seguridad del Estado.
P. ¿Debe comparecer el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar, en la comisión parlamentaria del 11-M?
R. Hemos pedido la comparecencia de tres ministros del anterior Gobierno. El ministro portavoz, el ministro del Interior y la ministra de Exteriores. Si de la declaración de los tres se dedujera que es insuficiente o el PP considera que el señor Aznar tiene información que aportar distinta a la de los tres ministros, o si el proceso de la comisión de investigación nos llevara a que es necesaria la presencia del señor Aznar, entonces el PSOE la solicitaría. Queremos conocer primero a los directamente involucrados. En ningún caso excluimos otras comparecencias. Estos días el PP está sugiriendo que el señor Aznar puede aportar información distinta; sí es así, la solicitaremos, pero no creemos que el señor Aznar pueda aportar mucha luz.
P. ¿Cree que Aznar no sabía nada de lo que ocurrió el 11-M?
R. Lo que nos tiene que aportar y decir el ex ministro del Interior es si la información de la que disponía el presidente del Gobierno era la que él le suministraba o si, por el contrario, el presidente tenía informaciones paralelas, diferentes, a las de sus propios ministros. Si eso fuera así, es indudable que tendría que comparecer el señor Aznar.
P. ¿Debe dimitir como diputado el anterior ministro de Defensa, Federico Trillo, tras confirmarse los múltiples errores en el proceso de identificación de las víctimas del Yak-42?
R. Alguien tendría que asumir la responsabilidad política. Recuerdo a los dirigentes del PP diciendo cuando ocurrió el accidente que el PSOE utilizaba a los muertos como arma arrojadiza en contra del PP. Por respeto a los fallecidos y a sus familias, si se demuestra que en una huida hacia adelante se encubrió información, eso sería muy grave y no debería quedar impune.
P. ¿Tendría que dimitir algún cargo del PP?
R. No soy yo quién para establecer cómo debe asumir la responsabilidad el anterior Gobierno, pero alguien debería asumir la responsabilidad, y quien dirigía el Gobierno debería dar explicaciones y pedir excusas.
P. ¿Se refiere a Aznar o a Trillo?
R. Me refiero a quien presidía el Gobierno.
P. Quien fue ministro de Justicia y luego ministro del Interior les acusa de perpetrar la ocupación de la Justicia tras el nombramiento del fiscal Mariano Bermejo como jefe de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo.
R. Cree el ladrón que todo el mundo es de su condición. El PP quiere que se consolide una situación de hecho, una situación que ellos habían generado.
P. ¿Qué diferencia hay entre el congreso que celebrará su partido en unos días y el de hace cuatro años?
R. La diferencia con el anterior congreso es que los 1.000 delegados que va a haber en este congreso tienen un único carné, su única familia es la socialista, y la única disciplina serán las resoluciones del congreso.
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