La deuda de la Generalitat ha crecido por encima del PIB desde 1996

La deuda pública de la Generalitat Valenciana ha crecido por encima del PIB regional año tras año desde 1996. Sólo en 2002 fueron equivalentes las tasas de aumento de las obligaciones financieras de la Generalitat y de la riqueza regional. La evolución de ambos indicadores revela que la deuda no es social y económicamente productiva, a pesar de lo que sostienen portavoces oficiales del Consell y diputados del PP. Parte de la deuda se destina a inversiones, sin duda, pero buena parte de las obligaciones de la Generalitat han cubierto gasto corriente y disfrazado el déficit.

La fórmula que instituyó en 1996 José Luis Olivas, entonces consejero de Hacienda, para transformar deuda a corto plazo, asumida para anticipar pagos vinculados al día a día de la gestión administrativa, en obligaciones a largo plazo, cuya amortización se dilata en paralelo a la vida útil de las infraestructuras que financia, es el paradigma de la deuda improductiva. En 1996, la deuda pública creció por encima del 18%, mientras que el PIB regional creció un 5% en euros corrientes y siempre según datos del Banco de España.

En términos domésticos, la operación consistiría en trasladar al capital pendiente de la hipoteca de la vivienda el vencimiento de pagos que habían sido anticipados con la tarjeta de crédito. Un desfase imprevisto en el gasto farmaceútico fue el origen de una práctica que se convirtió en ordinaria, según altos cargos de la Generalitat.

Otro problema, que ayer asumió Gerardo Camps, actual responsable de Hacienda, en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, es el uso de instrumentos, esencialmente empresas públicas, que permiten asumir gasto público sin alterar el equilibrio de los presupuestos.

Sólo el desfase en la estimación de población sobre la que está elaborado el actual sistema de financiación autonómico y la población real, que ya supera un 5%, implica que los fondos estatales que reciben las áreas de Educación y Sanidad son insuficientes para cubrir sus gastos, como han argumentado responsables de ambas áreas y el propio responsable de la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo. Una realidad que sólo se puede conciliar con el equilibrio presupuestario disfrazando el déficit público.

La deuda crece porque la Generalitat gasta más de lo que ingresa. Y en esas circunstancias es complicado calificar la deuda como "social y económicamente productiva".

Tal evidencia permitió a la portavoz de Economía del Grupo Socialista de las Cortes Valencianas, Cristina Moreno, denunciar que "la deuda productiva a la que apela el consejero Camps no ha reportado ni más, ni mejores servicios para todas y todos los valencianos". Moreno afirmó que la situación de las arcas de la Generalitat es un "mal crónico que el Consell demuestra al tener que recurrir a la deuda para hacer frente al gasto corriente del día a día, como usar pólizas de crédito para poder pagar las nóminas correspondientes al mes de mayo". Sobre la interpretación de Camps acerca de la relación entre inversión y deuda, la diputada dijo: "No nos vamos a molestar siquiera en discutir, sólo aportamos un dato: en los tres primeros meses de 2004, la deuda ha crecido 411 millones, la mitad que en todo el año 2003".

Joan Antoni Oltra, portavoz de Esquerra Unida, mostró su indignación por las "escandalosas" cifras de deuda y utilizó la ironía para replicar el discurso oficial: "Decir, como se ha dicho, que no pasa nada ya que incluso este endeudamiento exagerado es bueno porque es productivo, es un sarcasmo. Ya puestos, si la deuda es tan productiva, ¿por qué no la duplican?" Oltra dijo que el Consell del PP "ha empeñado hasta las cejas el futuro de los valencianos", y "lo ha hecho sin resolver los grandes problemas".