España vuelve a perder competitividad frente a la UE

La competitividad de la economía española ha vuelto a sufrir un descenso frente al resto de países de la Unión Europea, que no para desde el segundo trimestre de 2002. La capacidad de las empresas nacionales de comercializar sus bienes y servicios en el extranjero volvió a retroceder de cara a las economías de la UE durante el primer trimestre del año, en esta ocasión un 1,9% en relación al mismo periodo de 2003, según los datos del índice de tendencia de la competitividad (ITC) publicado ayer.

La radiografía del ITC, elaborado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, señala al diferencial de inflación con respecto a la UE (superior a un punto en la actualidad), como la principal responsable de la pérdida de competitividad. La economía española ha tenido que soportar una caída de un 1,7% en su competitividad respecto al último trimestre de 2003.

En relación a las economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el retroceso fue todavía peor. Se debilitó un 2,1% con respecto al último trimestre de 2003 y un 3,1% en relación al mismo trimestre del año pasado. Los resultados de 2003 ya auguraban esta tendencia cuando el índice de competitividad registró un empeoramiento de un 5% a la hora de medirse con las 30 economías que aglutina la OCDE.

Nuevos indicadores

Los expertos del ministerio explican que el empeoramiento respecto a la UE, destino del 70% de las exportaciones españolas, se debe "íntegramente a la mayor inflación que ha registrado España", lo que ha encarecido los productos españoles con respecto a otras economías. En el caso de la OCDE, el principal factor también ha sido la inflación, aunque el alza del euro con relación al dólar también le ha restado competitividad.

Antonio Hernández, jefe del equipo que elabora el ITC, insiste en que la competitividad del sector exportador español no sólo depende del precio y que por tanto es necesario fijarse en otras variables. Uno de los indicadores alternativos que señala es la cuota de mercado que ha conseguido España en las principales economías a las que dirige sus exportaciones. Así, la "competitividad estructural" (medida por las cuotas de mercado) ha mejorado de forma generalizada, aseguran los expertos del ministerio.