Zapatero propone a Ibarretxe la resolución de conflictos pendientes para disuadirle de su plan

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha decidido implicarse personalmente en la estrategia de disuasión del plan Ibarretxe con la oferta alternativa de desarrollar al límite el Estatuto de Gernika. Por ello, tomó la iniciativa el martes y comunicó al lehendakari, Juan José Ibarretxe, su pretensión de desbloquear algunos contenciosos pendientes con el Gobierno vasco: la reclamación de 32 millones de euros a deducir del Cupo, la ampliación de los efectivos de la Ertzaintza y la compensación de los gastos asumidos por el Ejecutivo vasco como consecuencia del desastre del Prestige.

Rodríguez Zapatero, en una conversación telefónica mantenida al mediodía del martes, adelantada por el Grupo Vocento, anunció a Ibarretxe que había ordenado al vicepresidente económico, Pedro Solbes, y al ministro del Interior, José Antonio Alonso, que desbloquearan las conversaciones con el Gobierno vasco sobre la deducción de 32,5 millones del Cupo, la participación del Ejecutivo autónomo en la limpieza de los vertidos del Prestige y sobre la ampliación de efectivos de la Ertzaintza para cerrar un acuerdo en el menor plazo posible, previsiblemente en julio.

A su vez, a sugerencia de Ibarretxe, Zapatero aceptó adelantar la reunión pendiente en La Moncloa con el lehendakari a antes de las vacaciones de verano, una vez cerrado el paquete de acuerdos. En el mismo paquete también se introducirá, previsiblemente, el bloque de traspasos de competencias que el martes anunció el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, tras reunirse en el ministerio con el secretario general del Partido Socialista de Euskadi, Patxi López.

La reunión de Zapatero con Ibarretxe se sitúa dentro de la ronda de encuentros que el jefe del Gobierno mantiene con los presidentes autonómicos, con la particularidad de que en La Moncloa se especulaba con la posibilidad de aplazar a septiembre la del lehendakari. Esta fecha era contemplada con disgusto por Ajuria Enea, que quiere despejar cuanto antes el grado de acuerdo con el presidente del Gobierno central.

Zapatero, con este compromiso alcanzado con Ibarretxe, logró el apoyo del PNV en el Senado para que el Ejecutivo sacara adelante en la Cámara alta, el mismo martes por la tarde, la Ley Presupuestaria. Pero la actitud del presidente obedece, sobre todo, a una estrategia de alcance, la de tratar de convencer al nacionalismo democrático de que hay margen dentro de la autonomía vasca para ampliar el autogobierno y disuadirle, paralelamente, para que abandone el plan Ibarretxe.

En esa misma línea se ha producido la amplia ronda de contactos que el secretario general del PSE , Patxi López, ha mantenido en las últimas semanas con numerosos ministerios -como Economía, Interior, Fomento, Educación y Administraciones Públicas, entre otros- para que hagan un esfuerzo de entendimiento con el Gobierno vasco y, además de distender el clima político, demuestren que el Estatuto de Gernika tiene aún recorrido político. López, tras entrevistarse con Sevilla, insistió en que el PSE quiere jugar un papel de interlocutor y valedor de la sociedad vasca ante el Ejecutivo central.

El lehendakari confirmó ayer su conversación con Zapatero para desbloquear políticamente algunas cuestiones que lastran las relaciones institucionales entre Madrid y Vitoria. La llamada telefónica de La Moncloa a Ajuria Enea se hizo poco antes de que se produjera en el Senado la votación en la que el Gobierno socialista logró sacar adelante la Ley Presupuestaria. Los siete senadores peneuvistas votaron favorablemente a cambio de cerrar, en una próxima reunión de la Comisión Mixta del Concierto, los conflictos pendientes.

Ibarretxe señaló que espera que "se cumplan los compromisos adquiridos", pero rehusó dar detalles del contenido de su conversación con el presidente del Gobierno. "Es verdad que hablamos ayer [por el martes] y que tenemos que seguir hablando, pero no soy partidario de trasladar compromisos que se adquieren de una manera privada, en una relación institucional normalizada, al ámbito de la opinión pública", manifestó en una entrevista a Radio Vitoria.

Un portavoz de la Vicepresidencia del Gobierno vasco se refugió en las palabras del lehendakari para no ofrecer mayores precisiones de ese preacuerdo político e indicó que no se ha fijado una fecha para que se reúna la Comisión Mixta del Concierto con el fin de cerrar la negociación sobre las cuestiones apuntadas.

La Vicepresidencia del Ejecutivo vasco y el Ministerio de Economía ya venían hablando sobre estos problemas, que se remontan a la etapa del Partido Popular. Oficialmente, ninguna de las dos partes acepta que exista un acuerdo cerrado, prefieren utilizar los términos más ambiguos de "compromiso" o "bases de acuerdo", pero el hecho de que el lehendakari diera el visto bueno al voto de los senadores de su partido sugiere que las garantías que Zapatero dio a Ibarretxe fueron suficientes.