Berlusconi acusa a la oposición de fraude electoral en las europeas

En Italia se cometen fraudes electorales. Pero no los comete la Administración, que organiza las elecciones, sino la oposición parlamentaria. Estas afirmaciones fueron efectuadas el lunes por el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi. "Tienen un ejército de profesionales en los colegios electorales que cancelan nuestros votos y los atribuyen a sus propias listas", dijo, "es indigno que ocurra esto". La explicación de Berlusconi sobre las causas de su mal resultado en las elecciones europeas causó asombro en toda la clase política, y forzó el mutismo embarazoso de su propio Ministerio del Interior. "No hacemos comentarios", dijo ayer un portavoz.

Las reacciones de la oposición oscilaron entre la risa y las exigencias de una investigación. "Cuando un presidente dice algo así, mejor dejarle con su propio delirio", comentó el ex presidente Massimo D'Alema, líder de los Demócratas de Izquierda (DS). "Hay que informar a la Fiscalía", bromeó Antonio di Pietro, ex fiscal de Manos Limpias. El presidente del Gobierno, "chistoso y liante habitual", ha propinado "el enésimo golpe a la credibilidad internacional de nuestro país", declaró en el Senado el jefe del grupo DS, Gavino Angius.

Forza Italia intentó echar agua al fuego y, como en otras ocasiones, sugirió que Berlusconi había sido malinterpretado. Fuentes del Gobierno explicaron que el contexto en que habló Berlusconi "no era institucional, sino más bien electoralista, ante la próxima segunda vuelta de las elecciones locales". En el mismo acto, en una localidad cercana a Milán, Berlusconi proclamó que la oposición era "iliberal y aún no democrática": "Tenemos que votar por nuestros candidatos, porque hay dos Italias, una de gente buena como nosotros, y otra de gente como ellos".