Zaragoza se reinventa en el Ebro
La candidatura de la capital aragonesa para organizar la Expo 2008 transformará la ciudad con el fin de impulsar su desarrollo
La quinta ciudad de España en número de habitantes, 625.000, y la cuarta en términos económicos, quiere hacerse notar a lo grande. Con más de 1.000 kilómetros cuadrados, uno de los términos municipales más grandes de España, Zaragoza se está inventando a sí misma para rehabilitar el Ebro y emplazar enormes polos de desarrollo fundados en la sociedad de la información. La organización de una exposición temática en 2008 en el meandro de Ranillas que forma el Ebro a dos kilómetros de la plaza del Pilar pretende ser el catalizador de todos ellos. Hoy comienza la carrera en París con la presentación en detalle de la candidatura que debe competir con Trieste, en Italia, y Tesalónica, en Grecia.
El meandro de Ranillas y la Expo 2008 tendrán, si se designa a Zaragoza como sede en diciembre, más de 100 hectáreas de pabellones, (uno de ellos, de 30 millones de presupuesto, es un puente de dos pisos suspendido sobre el Ebro), parques, un enorme centro termal, una playa artificial, etcétera. Todo fluirá en torno al agua. "En esta exposición coincidirán continente y contenido: el agua, fuente de placer y elemento de ocio rodeará por completo al visitante". Jerónimo Blasco, gerente de Zaragoza Expo 2008, explica que la rehabilitación del Ebro será otra de las herencias que la Expo dejará en Zaragoza. Los 25 kilómetros de orillas serán reformados para proteger a la ciudad de las avenidas, retirando construcciones que ocupan el cauce y, mediante un azud de tres metros de alto, conseguir que el Ebro mantenga un cauce estable incluso en verano. "Se trata de conseguir que la ciudad vuelva a verse en el río tras siglos de vivir de espaldas a él; que el Ebro sea la calle principal de Zaragoza".
Frente al futuro recinto de la Expo se yergue la recién inaugurada estación de Delicias que recibe a los viajeros que, en dos horas, llegan en el tren de alta velocidad desde Madrid, y en 2007, si se cumplen las previsiones, también desde Barcelona. A su alrededor va a crecer un barrio de 100 hectáreas con viviendas y empresas de tecnologías de la información. Es la llamada Milla Digital. Varias grandes empresas como Telefónica, Indra, Siemens y Samsung ya están comprometidas en el proyecto que utilizará también los pabellones de la Expo cuando ésta se clausure.
En las afueras dos nuevos desarrollos urbanísticos compiten en su desmesura. Junto al aeropuerto y los cinturones de circunvalación de la ciudad, están las 1.100 hectáreas de PLA-ZA, la que será la mayor plataforma logística de Europa. Inditex, el conglomerado textil de Zara, ya tiene reservado su sitio en el complejo. Al otro lado de la ciudad, se construirá un parque de empresas de reciclaje que será la mayor superficie del continente dedicada a esta actividad.
El apoyo del 90%
La idea de organizar una Expo encanta en la ciudad. Desde 2000 en que empezó a rondar la idea, más de 11.000 voluntarios se han inscrito para trabajar en la exposición; según las últimas encuestas, más del 90% de la población apoya el evento. "Esto ha impresionado mucho a los miembros de la comisión del Bureau International des Expositions [organismo internacional que adjudica estos eventos] porque demuestra que el apoyo social es total". El embajador para la promoción de la candidatura, José Manuel Paz y Agüeras, es optimista: "Aunque las otras ciudades también son fuertes, podremos contar con muchos apoyos de Iberoamérica y el Magreb".
Manuel Teruel, presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza, cree que la designación de la ciudad como sede de la Expo será "el gran revulsivo" que necesita la ciudad "para seguir creciendo". Cuando se le desea fortuna en el empeño, Teruel responde que la ciudad no necesita suerte sino "justicia; Zaragoza se merece la Expo para ocupar el espacio que le corresponde".
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