Fomento anuncia una línea ferroviaria que unirá el Mediterráneo y el Cantábrico por Teruel
La red, que servirá para viajeros y mercancías, no superará los 250 kilómetros por hora
Una línea ferroviaria unirá el Mediterráneo y el Cantábrico, sin pasar por Madrid, a una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunció ayer un proyecto de 600 kilómetros de longitud (300 nuevos y el resto rehabilitados sobre la red convencional) que conectará Valencia y Zaragoza, pasando por Teruel hasta llegar a Logroño, donde enlazará con la red de alta velocidad vasca. Fomento justificó la velocidad fijada -lejos de los 300 kilómetros por hora del Madrid-Sevilla- en que la vía servirá tanto para transporte de viajeros como de mercancías.
La ministra hizo el anuncio tras reunirse con el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, que se mostró muy satisfecho con la decisión de Fomento de incluir Teruel en el trazado. En una breve conferencia de prensa convocada en la sede del ministerio a última hora de la tarde, Álvarez explicó las grandes líneas del nuevo proyecto ferroviario, que, sin embargo, no tiene todavía ni presupuesto ni plazos de ejecución. "Acabamos de llegar a un acuerdo y ahora son los técnicos los que tienen que establecer fechas y costes", explicó la ministra.
La longitud del proyecto es de cerca de 600 kilómetros, pero sólo 300 son de nueva construcción, los que unirán Valencia y Zaragoza a través de Teruel. En el resto -tramos Zaragoza-Logroño y Logroño-Vitoria- se mejorarán las condiciones de la vía existente para adaptarla a la alta velocidad. Toda la línea tendrá doble electrificación.
En Vitoria se enlazará entonces con la llamada Y vasca (el trazado de alta velocidad que enlazará las tres capitales de esa comunidad). Fomento se ha comprometido a licitar antes de fin de año el tramo Vitoria-Bilbao de esa línea ferroviaria. A largo plazo, está previsto que la línea anunciada ayer conecte con Francia a través del Pirineo Central.
Los trenes que circulen por esta línea mixta, tanto de mercancías como de pasajeros, tendrán una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Una línea se considera de alta velocidad a partir de 220 kilómetros por hora; hasta ese tope se trata de líneas de velocidad alta (por ejemplo, el servicio Alaris que une Madrid y Valencia; o el Euromed entre Alicante y Barcelona).
Sin embargo, esos 250 kilómetros por hora están lejos de la velocidad máxima de la línea Madrid-Sevilla, situada en 300 kilómetros por hora (sólo permitida en unos pocos kilómetros del trayecto). La ministra adujo que es imposible que los trenes vayan más rápido porque sería imposible combinar el transporte de viajeros y mercancías (un servicio clave para el desarrollo económico de Aragón, según dijo Iglesias). "Esto será velocidad real", dijo Álvarez, que recordó que su antecesor en el cargo, Francisco Álvarez-Cascos, prometió una velocidad punta de 350 kilómetros por hora en el AVE Madrid-Lleida y no llega a 200.
AVE Madrid-Valencia
Sobre la línea de alta velocidad que conectará Madrid y Valencia, la ministra dijo que está pendiente de estudiar al detalle cómo va su ejecución. Pero aseguró que no se han paralizado las obras, ni tampoco se han modificado. Mientras tanto, Álvarez no quiere pronunciarse sobre cuándo entrará en servicio esta línea. En principio, el compromiso dado por Francisco Álvarez-Cascos era que ese AVE se pusiera en marcha en 2007, aunque en las últimas semanas al frente de Fomento reconoció que la línea podría no estar lista hasta el año 2010. En su última comparecencia en la Comisión de Fomento y Vivienda del Congreso, Magdalena Álvarez situó en el 1,56% el grado de ejecución de las obras del Madrid-Levante.
Por otra parte, el Congreso de los Diputados fijó anoche las líneas generales de un calendario para la puesta en marcha del AVE a Cataluña, que incluye la llegada a Tarragona antes de 2006 y a Barcelona en 2007, incluyendo el estudio de una parada en el aeropuerto del Prat, informa Europa Press.
Se trata de una moción de CiU consensuada con el PSOE en la que se insta al Gobierno a presentar antes del 30 de septiembre de 2004 el programa y el calendario de las obras del AVE que unirá Madrid y Barcelona con la frontera francesa, con el compromiso de situar la llegada hasta la frontera como máximo en 2009.
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