La patronal cerámica acepta el plan del Gobierno para cumplir con Kioto

El presidente de la patronal cerámica, Ascer, Fernando Diago, estimó ayer que el Plan de Asignación de Emisiones planteado por el Gobierno para cumplir con el protocolo de Kioto satisfará su demanda en un índice que sitúa entre un 87% y un 92%. Diago explicó que estos porcentajes sólo se basan en una estimación, ya que la tasa de cobertura de la cuota que reclama el sector cerámico sólo será definitiva cuando los fabricantes de ladrillos y tejas, esencialmente, trasladen al Ministerio de Medio Ambiente los datos sobre emisiones actuales y previsiones de futuro.

Blasco califica de improvisado y voluntarista el plan del ministerio

El Ministerio de Medio Ambiente todavía no ha podido establecer con carácter definitivo las cuotas de emisión que corresponden a cada uno de los subsectores incluidos bajo el epígrafe Vidrio y Cerámica por falta de datos. Los fabricantes de ladrillos y tejas, el segundo subsector en importancia, aún no han trasladado al ministerio el volumen de emisiones que pretenden disfrutar. Ascer, que sí hizo los deberes, estimó que las emisiones anuales de CO2 del sector cerámico alcanzarían 4,42 millones de toneladas en 2006.

La cuota asignada por el Ministerio de Medio Ambiente para todos los subsectores adscritos a Vidrio y Cerámica asciende a 11,12 millones de toneladas. Los productores de ladrillos y tejas podrían obtener un cupo similar al requerido por Ascer.

El tercer gran subsector considerado bajo el epígrafe Vidrio y cerámica, que corresponde a los fabricantes de vidrio, también ha hecho los deberes y ha solicitado una cuota de emisión de 2,3 millones de toneladas de CO2 al año.

Si los productores de ladrillos y tejas obtienen la misma cuota de emisión que Ascer, los tres grandes subsectores cubren exactamente la asignación de 11,12 millones de toneladas. Fuentes oficiales sugieren que la vocación de las asignaciones del ministerio a las industrias de Vidrio y Cerámica persigue respetar su situación actual. De hecho, a lo largo de la última campaña electoral, los socialistas se comprometieron a garantizar la competitividad del sector cerámico de Castellón.

Fernando Diago expresó su satisfacción a la vista de las asignaciones provisionales del ministerio de Medio Ambiente: "Se ha pretendido no restar competitividad a las empresas". Pero vaticinó que "el verdadero esfuerzo" para cumplir con las exigencias de Kioto "llegará a partir de 2008". Las emisiones de 4,42 toneladas anuales que reclama Ascer se desglosan en un paquete de más de tres millones que tendría su origen en las fábricas del sector. Los restantes 1,4 millones de toneladas procederían de las emisiones de los sistemas de cogeneración del sector cerámico.

El sector cerámico también está pendiente de las asignaciones a los productores de fritas y esmaltes, muy vinculados a la cerámica, y de su posible incorporación bajo la rúbrica Vidrio y Cerámica. Pero su volumen no es determinante. La industria de fritas ha pedido una cuota de emisión de 0,75 millones de toneladas/año.

El consejero de Medio Ambiente, Rafael Blasco, que ayer se encontraba en Castellón, calificó de "improvisado y voluntarista" el plan de emisiones presentado por el Gobierno, al que aludió como un "borrador confuso que ni siquiera especifica el porcentaje de cobertura para la cerámica". Blasco denunció las "trabas a una industria eficiente" desde un Gobierno que impulsa desaladoras cuyas emisiones atentan contra el protocolo de Kioto. El consejero de Presidencia, Alejandro Font de Mora, acusó a Narbona de mantener una actitud contradictoria por querer cumplir el plan de Kioto e instalar desaladoras. "La industria azulejera de Castellón se va a ver perjudicada por la instalación de desalinizadoras en un número elevado", dijo Font de Mora.

Muy al contrario, Diago destacó la "especial sensibilidad de todos los partidos" y la calidad de los "contactos" con el nuevo Gobierno socialista.