Mueren una veintena de personas en Faluya en un bombardeo de EE UU
EE UU volvió a encender una mecha peligrosa ayer en Faluya, el feudo radical suní a 60 kilómetros al oeste de Bagdad. El bombardeo de un presunto escondite de Abu Musab al Zarqaui dejó entre 16 y 22 muertos, según diversas fuentes locales."Teníamos información relevante sobre la presencia de algunos miembros del grupo de Al Zarqaui en la casa", declaró el general norteamericano Mark Kimmitt, vicejefe de operaciones de la Coalición, al anunciar el ataque con misiles. Kimmitt no pudo confirmar que entre los presentes se encontrara el activista jordano, al que Washington acusa de estar vinculado con Al Qaeda y de ser responsable de buena parte de los atentados que desde hace un año se llevan a cabo en Irak. El general tampoco discutió la cifra de víctimas facilitada desde Faluya, entre quienes sus residentes aseguraban que había varias mujeres y niños.
Se trata de la primera operación de envergadura que las tropas norteamericanas realizan en esa localidad desde el pasado abril. Entonces, el sitio por el asesinato y desmembramiento de cuatro guardaespaldas estadounidenses desató una revuelta que se saldó con varios cientos de muertos y obligó a EE UU a cambiar el curso de sus planes en Irak. Contra todas sus declaraciones anteriores, las autoridades ocupantes tuvieron que renunciar a la detención de los asesinos, retirar sus tropas, admitir la ayuda de antiguos dirigentes baazistas para controlar la ciudad y olvidarse de capturar a los insurgentes que se habían refugiado en ella.
"Fue un fracaso como todas las operaciones que han emprendido desde su invasión del país", aseguran varios observadores políticos. Los marines que participaron en aquel castigo, por su parte, nunca han escondido su frustración por haber tenido que dejar la tarea a medias. Desde entonces, la influencia de los extremistas no ha dejado de aumentar. Sin embargo, todas las fuentes coinciden en señalar la importancia de pacificar esa ciudad para la estabilidad de Irak.
El de Faluya no fue el único incidente ayer. Por tercer día consecutivo, continuaban los enfrentamientos entre insurgentes y ocupantes en las localidades de Buhriz y Tahrir, al sur de Baquba, una región mixta de suníes y chiíes al noreste de Bagdad. Hasta ayer iban seis iraquíes y un soldado norteamericano muertos. Choques similares se viven desde el viernes en Samarra, al norte de la capital, donde ya han perdido la vida cinco iraquíes.
En el barrio bagdadí de Ciudad Sáder proseguían los combates entre tropas norteamericanas y milicianos del líder radical chií Múqtada el Sáder. Un portavoz militar dijo que sus tropas han causado una veintena de muertos y heridos desde el jueves cuando los insurgentes atacaron a sus patrullas y éstas respondieron.
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