Jueces, justicia

La presidente del Constitucional es (leo) progresista. El anterior era conservador: se fue haciendo hasta llegar a ultra, por el recipiente que le contenía, el Gobierno del PP. A mí me importa de un juez sólo la justicia; que sea progresista o aznaroso debía ser secundario. "Justo, clemente y misericordioso", dice el Corán que es su dios: a imagen de un buen juez. El problema del Constitucional es que su interpretación de la Constitución es definitiva; y sin embargo su texto no es concluyente, sus definiciones no están claras y algunas no son, para mí, justas. Ya sabemos que la verdad es de cada individuo; y hace mucho que sé lo que es la proyección. Me basta escuchar a Acebes, que era ministro del Interior cuando el atentado de Atocha e informó al público con algo que resultó totalmente falso pero podía serle beneficioso, decir el miércoles que el Gobierno de Zapatero está haciendo "un retroceso democrático acelerado": no me importa mucho por esa proyección por la cual el sujeto -cito- está acusando al otro de lo que rechaza o no quiere aceptar como propio, y sé que son mecanismos de defensa de gente muy primitiva. Freud incluía muchos de ellos en la paranoia; otros, en las fobias; algunos, sin verdadera patología, pero con valor político, como el racismo. O el machismo, o el feminismo, cuando se elevan al disparate. En este caso de Acebes -como cuando acusa a Zapatero de ser "engreído, prepotente y crispado": como si fuese Aznar, o él mismo- es simplemente cómico. Pero si este tipo de proyecciones se aplica a la Justicia, todo puede ser más grave. Nótese que pongo mayúscula en Justicia cuando es institucional, y minúscula cuando es una virtud o un ideal; es costumbre la mayúscula para señalar poder, la minúscula para aspiración. Categorías.

Los movimientos progresistas -reales- siempre han recusado a los jueces en general porque proceden de una clase, la que puede estudiar y hacer oposiciones. No digamos lo que han hecho los conservadores con los partidarios de la "justicia popular": cuando podían, les fusilaban. Ahora procuran desprestigiar el jurado. Que, después de todo, tal como se elige, es también de clase. Supongo que hoy cuando se dice que un magistrado es "progresista", se quiere decir que es un ilustrado de los que decían "todo para el pueblo, pero sin el pueblo". En todo caso, estos nombres de ahora son mejores que los pasados (¡Cardenal!). Ya veremos.