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Reportaje:Eurocopa 2004 | Perspectivas opuestas

Desencuentro holandés

No hay día en que no se tiren los trastos a la cabeza y la mayoría tiene por diana a Advocaat, que no sabe qué hacer para que no le pongan a caldo

Ramon Besa

Pasó Seedorf y dijo que no hablaba porque no había jugado. Después apareció Kluivert, que vio el partido contra Alemania (1-1) desde el banquillo y, malhumorado, saltó una valla de la zona mixta y se marchó, raudo, sin admitir la más mínima pregunta, pues ni miró a los periodistas. Detrás de él iba Makaay hablando por teléfono, quién sabe si para evitar justamente que le pudieran detener, alemanes u holandeses, y le demandaran por el Bayern de Múnich o la selección holandesa, en la que también es suplente.

Para cerrar el desfile, se presentó Frank de Boer, otro que guarda tanda para saltar al campo y que, a diferencia de sus compañeros, no tiene pelos en la lengua. "¿Ha castigado Advocaat a Kluivert y Makaay por haberle criticado?", se le preguntó al defensa ex barcelonista. "No tienen motivos para quejarse", respondió; "basta con mirar su rendimiento en los últimos amistosos. Es normal que no jueguen. Yo tampoco lo he hecho. Igual salgo el próximo día. No es nada bueno que haya once caras largas en el banco".

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Acto seguido, se presentó Reiziger para dejar a su amigo Kluivert a la intemperie y proclamar: "Makaay es un jugador de equipo". Finalmente, habló Overmars, el hombre del partido para Holanda, que dijo: "Estoy contento con mi actuación".

Ovemars revolucionó a Holanda con su salida. El cuadro recuperó sus señas de identidad, con dos extremos abiertos, y la hinchada orange se animó después de haberse pasado media contienda en silencio. A la mayoría de los 20.000 holandeses que el martes se paseaban por Oporto le pareció que el seleccionador había metido la pata con la alineación y después cuando dio entrada a Van Hooijdonk, un ariete de 34 años, ex del Vitesse, el Benfica y el Feyenoord y actualmente en el Fenerbahce. "Yo soy la mejor opción para el seleccionador cuando las cosas van mal", terció el propio Van Hooijkdonk, que complicó la vida a los centrales germanos y permitió mayor libertad de acción a Van Nistelrooy, autor del gol del empate en una acción muy complicada. Ni con las tablas paró, sin embargo, el debate futbolístico en la selección tulipán. No pasa día en que no se tiren los trastos a la cabeza. La mayoría coincide en la diana: Advocaat, que no sabe qué hacer para que no le pongan a caldo.

A Holanda se la ha eximido siempre de ganar desde que perdió (2-1) la final de la Copa del Mundo de 1974 contra Alemania. Pero a cambio se le exige que juegue como sólo ella sabe, con su fútbol dinámico, abierto y de toque, heredero de alguna manera del total de La Naranja Mecánica de Michels y Cruyff. Pero fue durante largo tiempo muy difícil de reconocer en Oporto, incluso con Van Hooijdonk ejerciendo de segundo ariete, junto a Van Nistelrroy. Dos delanteros: lo nunca visto, puesto que en otra época el seleccionador era capaz de mandar a un defensa central al punto de penalti antes que claudicar.

Futbolistas de la nueva generación como Heitinga, Van der Vaart, Sneijder y Robben parecen tener la suficiente personalidad para que la selección recupere sus orígenes y se reencuentre con el juego genuinamente holandés.

A no ser, claro está, que a Holanda le haya dado finalmente el mismo ataque de resultadismo que a cualquier otro país. Por el momento, en cualquier caso, el desencuentro entre sus jugadores parece tan apreciable como el de muchos aficionados, cuya militancia no está en consonancia con el juego. Al fin y al cabo, si los hinchas holandeses se mezclaron sin problema con los alemanes puede ser que el juego alemán acabara por tener alguna influencia en el holandés.

Dick Advocaat explica a Stam y Overmars algunos de los movimientos que espera de ellos en el campo.
Dick Advocaat explica a Stam y Overmars algunos de los movimientos que espera de ellos en el campo.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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