Mas gastó en atenciones "protocolarias" durante 2003 un millón de euros más de lo presupuestado

Los gastos de protocolo, dietas y representación realizados durante el último año de Artur Mas como conseller en cap del Gobierno de la Generalitat superaron con creces lo presupuestado, según denunció ayer el diputado de Esquerra Republicana, Josep Huguet. El año 2003, cuando Mas competía con Pasqual Maragall para la presidencia de la Generalitat, la partida de "atenciones protocolarias y representación", que contaba con una partida presupuestada de 1.504.519 euros, ascendió hasta los 2.528.948 en la liquidación de los presupuestos. En el fragor de la batalla política, el Gobierno de CiU invirtió 959.333 euros en buzoneo para hacer balance de legislatura, acción de Gobierno y para comunicarse con la ciudadanía en general.

El republicano Huguet también subrayó como dato relevante el capítulo de imagen: Mas se gastó 74.155 euros en fotografías. Lo más destacable es la partida son los gastos de laboratorio, que ascienden a 41.647 euros. En viajes, el entonces conseller en cap gastó 148.784 euros en tres viajes: Quebec, Marruecos y Argentina. En un vuelo privado entre Barcelona y Bruselas para entrevistarse con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y pedirle el reconocimiento del catalán, Mas gastó 13.750 euros.

De entre los datos de consumiciones, Huguet entresacó 5.196 euros de consumiciones del conseller en cap, superados por los 11.596 del secretario de comunicación -cargo que ocupó David Madí y Marc Puig- y los 7.268 del secretario del Gobierno catalán, Antoni Vives. Los datos explicados ayer por Huguet concluyen con los gastos en tres libros, de los que es autor Jordi Pujol, entonces presidente de la Generalitat. Presidencia compró 1.642 ejemplares del ensayo El distanciamiento entre Estados Unidos y Europa; 525 copias de Defensa y elogio de la política y 2168 ejemplares de Europa à bout de souffle. Las adquisiciones de libros ascendieron a 7.590 euros.

A requerimiento de este diario, fuentes de Convergència i Unió salieron al paso de las afirmaciones del republicano Huguet. "La reacción de Esquerra Republicana no es coherente con el llamamiento que realiza en el sentido que los nacionalismos no deben criticarse entre sí", aseguró un portavoz de la federación nacionalista.

Gastos multiplicados

Los últimos años de Gobierno de Convergència i Unió se han convertido en un controvertido periodo debido a los gastos publicitarios, que la oposición considera excesivos, realizados en torno a la figura de Artur Mas como sucesor de Pujol. El Gobierno de CiU, por ejemplo, presupuestó 4,4 millones de euros para campañas y finalmente acabó gastando 30,5, según los datos de la Sindicadura de Cuentas correspondientes a 2002. De estos millones, 24,4 fueron gestionados directamente por el entorno de Artur Mas..

La partida para publicidad y propaganda de aquel año superó, de acuerdo con la liquidación de presupuestos presentada a la Sindicatura de Cuentas, a otras como las de creación de guarderías (13,6 millones) o la ayuda al Tercer Mundo (9,8 millones).

El año 2003, el de las elecciones que dieron paso al Gobierno catalanista y de izquierdas, el Ejecutivo del que Mas era segundo de a bordo, gastó 20,7 millones de euros en las llamadas campañas institucionales. El propio Mas salió al paso de esas acusaciones el pasado mes de mayo, cuando se conocieron los datos, acusando al Ayuntamiento de Barcelona de gastar "tres veces más por habitante, y desde hace años, que el Gobierno de la Generalitat".