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El líder de Convergència intenta blindarse tras el revés electoral

Mas contradice a Duran y asegura que CiU no reformulará su discurso

Artur Mas tuvo que salir ayer a la palestra para dejar claro que nadie en su partido, Convergència Democràtica, y en CiU cuestiona su liderazgo y su candidatura a la presidencia de la Generalitat tras el hundimiento electoral sufrido el pasado domingo. Mas, secretario general de CDC, contradijo abiertamente al líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, quien la víspera apostó por "reformular" el discurso de CiU y recuperar la centralidad política. "El problema es de movilización. Nunca hemos perdido la centralidad", replicó.

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Las aguas bajan revueltas en la federación de Convergència i Unió tras el varapalo electoral en la europeas. La sensación de que Artur Mas y su equipo están haciendo mal los deberes desde la marcha de Jordi Pujol se va imponiendo en algunos sectores de CiU. Las quejas latentes las expresaron en la reunión de la ejecutiva del pasado lunes Pujol y Duran, que criticaron el tono marcadamente soberanista que en los últimos meses transmitía el partido en detrimento del discurso social. "Al menos, esto es lo que llega a los ciudadanos", afirmó el líder democristiano. Unos argumentos que Mas rechazó en esa reunión.

En la rueda de prensa posterior, Duran Lleida apostó por "reformular" el proyecto y el discurso de CiU y evitar escoramientos ideológicos hacia posiciones demasiado soberanistas o progresistas que pudieran desorientar a su electorado.

Ayer, en plena discusión presupuestaria en el Parlamento, Artur Mas compareció ante los medios de comunicación para dejar claro que nadie en CiU cuestiona su liderazgo y que de "reformular" el proyecto o el discurso nada de nada. "El problema", dijo, "es de movilización y actitudes no sólo de CiU sino de todo el nacionalismo catalán, incapaz de evitar que Cataluña caiga en manos de formaciones subordinadas a partidos españoles", en referencia a PSOE y PP.

No fue la única pulla que le lanzó a Duran. Mas recordó que el secretario general de CiU también defiende en el Congreso de Diputados las reivindicaciones emblemáticas de la formación, como por ejemplo el retorno de los papeles de Salamanca o la presencia del catalán en Europa. "¿Qué pasa?", se preguntó desafiante: "¿Alguien quiere que no reivindiquemos el archivo de Salamanca o las selecciones deportivas catalanas?".

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A parte de admitir los desastrosos resultados del pasado domingo, Artur Mas rehusó cualquier crítica. Rechazó que CiU haya perdido la "centralidad" política y reclamó que el balance de su gestión se realice a partir de los resultados de todo el ciclo electoral. Y recordó, en varias ocasiones, que él y CiU ganaron las elecciones autonómicas de 2003 en número de votos y diputados.

Su intervención le sirvió además para lanzar, a tres semanas del congreso de Convergència, una seria advertencia al sector nacionalista moderado de su partido que en un reciente almuerzo cuestionó ante Pujol su liderazgo. El máximo representante nacionalista achacó estas críticas "a dirigentes que no acaban de encontrar su sitio" y utilizan "la excusa del debate ideológico" para hacer oír su voz y escalar posiciones en la dirección de CDC. "No vamos a cambiar nuestro discurso ideológico. Lo tenemos consolidado", proclamó. "Si alguien piensa que tiene una solución alternativa, que se presente en el congreso", remachó.

Artur Mas, en el momento de salir del hemiciclo del Parlamento catalán.

 / JORDI ROVIRALTA
Artur Mas, en el momento de salir del hemiciclo del Parlamento catalán. / JORDI ROVIRALTA

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