Un hombre de 69 años mata a puñaladas a su mujer en un pueblo de Granada

Una mujer de 63 años, Casimira Martínez Valero, falleció apuñalada, supuestamente por su marido, en su domicilio de la localidad de Huéscar (Granada). El cadáver fue encontrado a las seis de la mañana de ayer, cuando la mujer llevaba varias horas muerta. El cónyuge, Santiago Jiménez Rodríguez, de 69 años, fue detenido después de que intentara suicidarse Unas 2.000 personas, encabezadas por la corporación municipal, se concentraron por la tarde en la plaza mayor del municipio para condenar la muerte. En lo que va de año al menos 29 mujeres han muerto a manos de sus parejas o ex parejas.

El cuerpo de la mujer presentaba heridas provocadas con un cuchillo, según el equipo médico del centro de salud de Huéscar (localidad situada al noroeste de Granada). Tras abandonar el domicilio familiar, el presunto agresor, Santiago Jiménez Rodríguez, se dirigió al puente de Marmolace, en las afueras del pueblo. Una vez allí, amenazó con precipitarse al vacío desde una altura de cinco metros. Un dispositivo integrado por agentes de la Guardia Civil, Bomberos y personal de Protección Civil logró finalmente disuadirle de su intento de suicidio. El hombre fue detenido a las 13.15.

Aunque en un principio uno de los hijos del matrimonio aseguró a los agentes que no tenía constancia de que su madre hubiera denunciado a su marido por malos tratos, José Jiménez, el mayor de los tres hijos del matrimonio, dijo posteriormente a los periodistas que la fallecida sí había denunciado a su marido por esta causa y que éste le insistía y presionaba para que retirara la denuncia. En cambio, fuentes de la Guardia Civil negaron que la fallecida hubiera presentado denuncia.

"Nos pedía opinión"

El hijo mayor de la pareja lamentó lo sucedido y dijo que la autoridad judicial debería haber impedido que sus padres vivieran juntos desde que se produjo la denuncia por malos tratos. Por su parte, Eladia Gómez, nuera de la fallecida, explicó que Casimira "nos pedía opinión y decía que haría lo que dijeran sus hijos" y que no sabía si seguir adelante con una denuncia por malos tratos ante la insistencia de su marido para que la retirara. Precisamente hoy, añadió Eladia Gómez, "quedamos para que hablara con su abogado" para que le aconsejara. "Pero no ha dado lugar a nada", añadió la nuera.

Tras ser detenido, el presunto agresor fue conducido hasta el cuartel de la Guardia Civil de Huéscar, donde a media tarde de ayer aún prestaba declaración. Es previsible que a continuación pase a disposición judicial.

Asimismo, estaba previsto que el cuerpo de Casimira fuese trasladado desde el Centro de Salud de Huéscar hasta el Instituto Anatómico Forense de Granada, para que le sea practicada la autopsia.

Ayer por la tarde, alrededor de 2.000 personas se concentraron en la Plaza Mayor de Huéscar (localidad de 8.200 habitantes) para condenar frente al ayuntamiento la muerte de Casimira Martínez. La concentración, que comenzó a las 19.00, fue secundada por la corporación municipal en pleno, la coordinadora provincial Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Francisca Fuillerat, el diputado socialista en el Parlamento Andaluz José García Giralte, asociaciones de mujeres de toda la comarca de Baza y Huéscar y las trabajadoras de los Centros de Información a la Mujer del IAM.

El alcalde de Huéscar, Agustín Gallego, leyó un comunicado en el que, en nombre de toda la Corporación, denunció este nuevo caso de violencia doméstica, tras lo cual los congregados guardaron un minuto de silencio. El Ayuntamiento ha convocado para mañana un pleno extraordinario, que tendrá lugar a las 12.00 horas, en el que se aprobará un texto de repulsa y es posible que se decreten varios días de luto.

29 fallecimientos

La muerte de Casimira eleva al menos a 29 el número de mujeres muertas a manos de sus maridos, novios o ex parejas en lo que va de año, según el recuento de este periódico. En 2003 fallecieron al menos 70.

La violencia doméstica contra las mujeres se ha convertido desde hace años en un problema que genera una gran alarma social, dado el creciente aumento de las víctimas y de las denuncias. Los planes instaurados hasta ahora no han frenado la sangría de vidas. De ahí que el Gobierno haya dado los pasos necesarios para que la primera ley que envíe al Parlamento sea una ley orgánica integral contra la violencia que sufren las mujeres a manos de los hombres.

Esta futura ley, cuyo anteproyecto aprobó el Ejecutivo la semana pasada, se enviará al Parlamento a final de mes. Se espera que quede aprobada antes de final de año. Las fuerzas políticas se han mostrado en principio dispuestas a lograr el mayor consenso.