El cine lanza un duro ataque contra la piratería, que califica de "robo impune"

La lucha contra la piratería tiene desde ayer un nuevo enemigo. A los músicos, pioneros y firmes líderes de esta batalla, se les ha unido el sector del cine. Ayer, por primera vez, el sector audiovisual lanzó en público un durísimo ataque contra la piratería, a la que calificó de "robo impune y continuado". Sólo en 2003, la piratería provocó pérdidas de 700 millones de euros en esta industria, según sus responsables. El año pasado se descargaron de Internet 10 millones de películas y se vendieron de forma ambulante otros 9 millones. Las distribuidoras cinematográficas están imponiendo severas medidas de seguridad en los pases previos a los estrenos de los grandes títulos, muchos de ellos ya en los top manta.

El más pirateado ha sido el filme de animación de Disney 'Buscando a Nemo'

La película El día de

mañana, dirigida por Roland Emmerich, estrenada en nuestro país hace apenas dos semanas y todavía en 478 pantallas, se podía adquirir ayer en los top manta por 5 euros, 50 céntimos menos que una entrada de cine; eso sí, uno no utiliza las artes del regateo para conseguir un precio más bajo. Pero si junto a El día de mañana se quiere adquirir el último filme de Brad Pitt, Troya -estrenado el 14 de mayo y aún en 465 pantallas-, el precio baja, sin regatear, a 4 euros por título. El precio medio de un DVD legal está en torno a los 20 euros. La calidad de los DVD de los top manta depende de si la distribuidora ya ha sacado la copia original a la venta, meses más tarde de su estreno y ya con la película fuera de las pantallas. En caso contrario, si uno quiere visionar alguno de los títulos todavía en cartel, se podrá llevar la sorpresa de ver pasar por delante a algún espectador que llega tarde a la sesión y con un pésimo sonido.

Éstos son sólo algunos de los ejemplos que denunciaron ayer responsables del sector audiovisual, por primera vez unido en esta batalla contra la piratería, que cuenta con el apoyo de los ministerios de Cultura y Justicia. El recién nombrado director del Instituto de las Ciencias y las Artes Audiovisuales de España (ICAA), Manuel Pérez Estremera, estrenó ayer su cargo asistiendo a la convocatoria lanzada por la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual de la Obra Audiovisual (FAP), y en la que también estuvieron presentes el presidente de la FAPAE, Pedro Pérez, y el de EGEDA, Enrique Cerezo. "Estamos aquí representados todos los sectores de la industria cinematográfica para decir ¡basta ya! al robo impune y continuado de los derechos de la propiedad intelectual que ocurre cada día en las calles de nuestras ciudades y en Internet", aseguró el presidente de la FAP, Jordi Molis.

Para luchar contra ello, la FAP lanzará una campaña de anuncios que se proyectarán en las salas de cine y en las copias de vídeo de alquiler, para concienciar a los ciudadanos de que la piratería es un delito. "Si no te gusta que te roben, ¿vas a ser cómplice de la manta? Ahora, la ley actúa" o "El robo de la propiedad privada es un delito; el robo de la propiedad intelectual, también. Ahora, la ley actúa", son los lemas de esta campaña dirigida no sólo a las ventas en los top manta, sino también a las descargas ilegales de Internet.

"Es vergonzoso que las mafias estén ganando esta batalla", denunció Molis, quien pidió el apoyo de políticos, jueces, policías y ciudadanos. Molis no descartó la petición a la Administración de la imposición de multas a los ciudadanos que, "como cómplices de un delito", compren DVD ilegales, tal y como sucede en países como Italia, Francia o Portugal.

Según los datos aportados, la piratería ha provocado, además de unas pérdidas de 700 millones de euros en 2003, un descenso de entre un 5% y un 10% de entradas vendidas en los cines, de una recaudación total por taquilla de 638 millones de euros.

Todo se copia, pero hay títulos que se llevan la palma. El más pirateado de todos ha sido el filme de animación de Disney Buscando a

Nemo, pero también La

Pasión, de Mel Gibson; la trilogía de El señor de los

anillos, y, entre los españoles, Días de fútbol y La gran aventura de Mortadelo y Filemón.

Por todo ello, las distribuidoras en España han empezado a imponer estrictas medidas de seguridad en las salas en las que se proyectan los nuevos estrenos. No es raro ver ahora guardas de seguridad con prismáticos infrarrojos que controlan a los espectadores, en su mayoría periodistas y críticos, en los pases previos al estreno, además de cacheos a la entrada de la sala. Sin ir más lejos, al pase que el próximo sábado se hará, con invitaciones, en Madrid de la tercera parte de Harry

Potter, que se estrena en España el 18 de junio, no se pueden llevar bolsas o mochilas o "elementos no esenciales para la asistencia al pase". Todo para luchar contra los piratas.