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Clos pide en Madrid que Barcelona acoja la sede de una entidad estatal

El alcalde reitera que la ciudad precisa una Carta Municipal

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, acudió ayer a Madrid con un espíritu pragmático. En el Club Siglo XXI habló de las relaciones históricas entre Madrid y Barcelona, y de cierta tensión permanente con el Gobierno. Pidió que el Estado trate financieramente por igual a ambas ciudades, que Barcelona sea la sede de un organismo estatal y la Carta Municipal para equilibrar la financiación y salvar las diferencias entre ambas capitales.

Dentro del ciclo Madrid y Cataluña: la segunda transición, Joan Clos se detuvo sobre todo en el problema de la realidad urbana de Barcelona, que calificó de relativamente importante. "El que Barcelona se divida en 35 municipios y que en ellos vivan los mismos ciudadanos que en Madrid pertenecen a un solo municipio, y que por eso éstos reciban más, es una distorsión", destacó. Pero la solución no es, a su juicio, anexionarse municipios, sino que se necesita una "entidad pública local que represente a la conurbación urbana de Barcelona y equilibre la balanza", esto es, la Carta Municipal y el Área Metropolitana.

Entre el público, se encontraban el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón; el ministro de Industria, José Montilla, y el de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, así como Alfonso Cortina, Florentino Pérez y Xavier Trias.

Clos quiso dejar muy claro que esa realidad urbana representa un agravio económico para los ciudadanos de Barcelona respecto a los de Madrid. "No somos maximalistas ni irresponsables. Hay una parte de la financiación local (las transferencias del Estado a los ayuntamientos) que es el esfuerzo impositivo local y que cada ayuntamiento recibe en función de los impuestos que aporta. En este sentido, Barcelona ha cumplido siempre la primera y recibimos menos que nadie", dijo.

Siguiendo con este planteamiento económico, el alcalde afirmó que Cataluña pide al Estado ser tratada igual que Madrid. "Como contribuimos a la economía con los impuestos igual que los demás, nos gustaría que nos trataran igual. No podemos aguantar una década, entre 1990 y 2000, con un déficit de inversión pública en el área metropolitana de 1,2 billones. No puede ser que Barcelona tenga que sacar todas sus mercancías con camiones y por autopistas de peaje".

Clos continuó con la lista de peticiones: la gestión del aeropuerto y lo mismo para la red de cercanías, y una nueva red de ferrocarril de mercancías entre Barcelona, Tarragona, Igualada y Manresa que se una a la española y llegue hasta la frontera con Francia. También reclamó una sede permanente de una institución del Estado en Barcelona.

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Cuando habló de las relaciones históricas entre Madrid y Barcelona, rompió algún tópico. Aseguró que ambos pueblos se quieren y se aprecian, y que entre ellos no hay ningún problema. Pero sí hay una dificultad, que es "la relación con los círculos de poder de Madrid, no con todos, pero sí con algunos, porque tienen una visión diferente desde el punto de vista político y económico". Pero reveló una visión optimista y dijo que no son problemas irresolubles ni definitivos.

Se mostró más sentimental respecto al catalán. "La lengua catalana es un hecho íntimo, biológico, y nuestro aprecio por la lengua es algo nuclear. Me gustaría que Madrid se enamorase del catalán, que lo vendiese en el mundo como un activo compartido, no como una carga que hay que soportar o tolerar".

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