Detenido en Milán uno de los 'cerebros' del 11-M cuando planeaba otro atentado

La policía italiana ha detenido en Milán al ex militar experto en explosivos Rabei Osman el Sayed, Mohamed el Egipcio, uno de los ideólogos de los atentados del 11-M. El ministro del Interior italiano, Giusseppe Pisanu, aseguró ayer que el arrestado "estaba preparando otros atentados" para Al Qaeda, posiblemente para el próximo fin de semana. El Egipcio, durante una conversación telefónica interceptada por la policía, asegura que el 11-M fue una idea suya. "Yo soy el hilo de lo de Madrid. Todo fue idea mía", asegura. La captura fue simultánea a una redada en Bélgica, donde fueron arrestados 15 radicales con los que El Egipcio se mantenía en contacto telefónico, pero a los que aún no puede vincularse con el 11-M. El grupo preparaba acciones en Irak, Holanda y otros países.

Rabei Osman, de 33 años, fue arrestado el lunes por la tarde en un apartamento del número 16 de vía Chiasseiri, cerca de la estación ferroviaria de Bovisasca, según informó a este diario la Comisaría de Milán. El piso era propiedad de un tal Kalifa, quien también fue detenido aunque quedó luego en libertad por ser sólo el arrendador. Cerca de la vivienda fue arrestado el palestino Yahia Payuni, de 23 años, supuesto colaborador de El Egipcio.

La policía italiana asegura que Rabei Osman se alojaba en el citado apartamento de Milán desde hace sólo unos días, pero fuentes del Ministerio del Interior italiano indicaron que su rastro en el país se localizó a mediados de mayo. El Egipcio frecuentaba desde su llegada a Milán la mezquita de viale Jenner, un templo repetidamente señalado por la policía italiana como un foco de integrismo islamista, pero uno de los directores del centro precisó que sólo conocía al arrestado "de vista" y que apenas había tenido relación con él.

La detención fue celebrada por el ministro Pisanu, que en un comunicado dijo que la operación era "de grandísima importancia porque ha bloqueado un peligroso grupo terrorista que gravitaba en el entorno de Al Qaeda". El titular de Interior agregó que El Egipcio es "un personaje de notable consistencia ideológica y operativa y, probablemente, está entre los principales artífices de la masacre de Madrid y estaba preparando otros atentados".

La policía ha tenido pinchados los teléfonos de Rabei Osman -facilitados por sus colegas españoles-, y en sus conversaciones El Egipcio se adjudica la autoría intelectual del 11-M y admite que le hubiera gustado participar en los atentados. Fuentes antiterroristas españolas explicaron ayer que, hasta la interceptación de estas conversaciones, no había ninguna prueba objetiva que relacionara directamente al Egipcio con el 11-M. Se conocía su ascendente sobre Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, uno de los suicidas de Leganés y supuesto jefe del comando que perpetró la masacre, y su estrecha amistad con el sirio Basel Ghalyoum, encarcelado como supuesto autor material. De hecho, se considera que El Tunecino heredó parte de la célula formada por El Egipcio (ambos convivieron durante un año en Madrid), así como sus planes de atentado. Además, El Egipcio fue identificado fotográficamente por un testigo como uno de los visitantes de la casucha de Chinchón donde se prepararon las bombas.

Las autoridades italianas lo detuvieron una vez que la Dirección Central de la Policía de Prevención y la Digos (la policía secreta italiana) detectaron "señales inquietantes" de que estaba inmerso en "atentados terroristas en avanzada fase de investigación" y de que "había reclutado a personas que estaban próximas a partir hacia Irak para inmolarse en acciones suicidas contra objetivos de la coalición", según fuentes de la policía italiana en Milán.

Relación con el GICM

Algunos de los reclutados podrían encontrarse entre los 15 detenidos en Bélgica. Rabei Osman había mantenido intensos contactos telefónicos con al menos uno de los arrestados en dicho país. Según las autoridades belgas, estarían relacionados con el Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes (GICM), en la órbita de Al Qaeda, aunque tampoco se descarta un vínculo mayor con la red terrorista que dirige Osama Bin Laden. El grupo desarticulado, compuesto por ciudadanos marroquíes, palestinos, jordanos y egipcios, estaba dirigido desde Italia y preparaba un atentado en un país extranjero, aunque tanto las autoridades belgas como las italianas descartan que fuera a cometerse en su territorio.

La operación se desarrolló en las ciudades de Bruselas, Amberes y Scharbeek, donde fueron efectuados 10 registros domiciliarios, en los que participaron dos centenares de agentes. No se han encontrado armas ni explosivos (tampoco en Italia), pero sí abundante documentación, material de propaganda. El fiscal federal Daniel Bernard aseguró en Bruselas que aún no se han encontrado lazos entre los detenidos en Bélgica "y Al Qaeda o el GIMC, o el 11-M".