El diagnóstico de autismo puede demorarse hasta tres años

El diagnóstico de autismo en un niño puede tardar hasta tres años, según un estudio coordinado por el Instituto de Salud Carlos III con la Confederación Autismo España y la Federación española de Padres de Autistas que se presentó la semana pasada en Madrid. Este diagnóstico tardío hace que se pierda la posibilidad de ofertar la atención temprana que "proporcione una franca mejoría en el pronóstico", añadió el presidente de la Confederación, Cándido Velázquez.

El estudio se ha hecho mediante encuestas anónimas a 600 familias de autistas -"la mayor muestra sobre la enfermedad jamás conseguida", según Joaquín Fuentes, coordinador del trabajo-. El estudio, sin embargo, también aporta aspectos positivos. En los niños menores de tres años, el diagnóstico tardó una media de 13 meses. "Pero aún debe acortarse más" para que las familias reciban el máximo apoyo, añadió Fuentes.

La dificultad en el diagnóstico hace que sea muy difícil calcular cuántos autistas hay en España. La cifra más baja que manejan los expertos es que sean unas 7.500 personas. Pero la proyección de otros trabajos en Estados Unidos y Reino Unido apuntan a que hay muchos autistas aún sin identificar y que la cifra real puede llegar a las 15.000 e incluso a las 22.000 personas, explicó Fuentes.

Falta de orientación

Aparte de la demora en el diagnóstico, las familias de los enfermos han pasado por otras dificultades que la guía elaborada a partir del estudio intenta remediar. La primera es que al 20% no se les da el diagnóstico por escrito, por lo que sus hijos no constan como víctimas de esta enfermedad que, por su prevalencia, puede considerarse rara. Además, más de la mitad de las familias reciben el diagnóstico sin ningún otro tipo de orientación como las necesidades médicas o los recursos sociales y asociativos que existen.

Casi el 80% de los autistas del estudio está dentro del sistema educativo. De ellos la mitad asiste a centros de educación ordinaria -normalmente con apoyo-. La otra mitad acude a centros de educación especial. El 75% de los autistas presenta algún grado de discapacidad intelectual, aunque algunos tienen una capacidad mental normal e incluso superior a la media.

Aun en el caso de que la inteligencia sea normal, las características de la enfermedad, con trastornos de comportamiento, alteración de lenguaje y comunicación, balanceos y conductas obsesivas hacen que sean dependientes durante toda su vida. El autismo tiene una causa biológica, aunque todavía se desconoce qué genes intervienen en su aparición (la enfermedad se manifiesta en los 30 primeros meses de vida), y no parece que influyan factores externos. Afecta a cuatro niños por cada niña.