Una banda robaba coches tras atarles latas para hacer creer al dueño que sufría una avería
Un total de 15 detenidos y ocho vehículos recuperados ha sido el resultado de la operación policial que ha permitido desarticular una banda dedicada al robo de coches de lujo, en especial todoterrenos, en centros comerciales de la capital y de la periferia. Los automóviles eran llevados, tras ser modificados y falsificados sus principales elementos, a países del Este de Europa, según informó ayer la Dirección General de la Policía.
La banda había ideado un método novedoso para apoderarse de coches: ataba botes o latas de refresco en la partera trasera del vehículo, lo que hacía que el conductor se bajara inmediatamente al oír ruidos, creyendo que se le había roto el tubo de escape. En ese momento, los ladrones aprovechaban para subir al vehículo y apoderarse de él.
Las investigaciones comenzaron el pasado abril a raíz de la existencia de una banda formada por ciudadanos de origen búlgaro y ucranio, en la que también participaban españoles. Los integrantes de esta organización estaban especializados en abrir las cerraduras en pocos segundos. Además, manipulaban el sistema electrónico de inmovilización de los vehículos a través de ordenadores portátiles equipados con los programas necesarios.
En algunas ocasiones, si les interesaba un coche concreto usaban un nuevo sistema: ataban botes o latas de refresco en la partera trasera del vehículo, lo que hacía que el conductor se bajara inmediatamente al oír ruidos, creyendo que se le había roto el tubo de escape. Entonces, los integrantes de la banda empujaban a la víctima, a la que no dudaban en agredir si oponía resistencia o si eran descubiertos. Entonces se llevaban el coche con las llaves puestas.
'Maquillaje' en Getafe
Los coches sustraídos eran trasladados a una nave taller situada en la calle de Vereda de Portillo, en el municipio de Getafe. Allí se realizaba el maquillaje de los vehículos: se les modificaba los elementos identificativos y la documentación que siempre correspondía a otros vehículos de similares características existentes en el país de destino, casi siempre en países del Este.
La organización estaba compuesta por un español, dos ucranios, 11 búlgaros y un letón. Los investigadores del grupo de Tráfico Ilícito de Vehículos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) Central, han registrado siete domicilios y la nave taller. Han recuperado dos pistolas (una de ellas tirada a un contenedor), varios silenciadores, munición, 120.000 euros en metálico, equipos informáticos portátiles....
La organización también poseía tres teclados de cajeros automáticos, 17 tarjetas de crédito falsas y los útiles necesarios para la falsificación de tarjetas. La banda colocaba los falsos teclados en un cajero a los que añadía una tarjeta de memoria. Cuando un cliente usaba el cajero, esta memoria copiaba todos los datos que introducía, lo que permitía sacar duplicados y acceder a sus cuentas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.