Conciliación de vida familiar y laboral

Cada vez que se acercan unas elecciones me invade la alegría democrática de saber que mi voto vale igual que el de la persona más rica o más poderosa. Pero ante las próximas elecciones europeas esa alegría se ha diluido en gran medida. Estamos viviendo una época en la que a todos se nos llena la boca con la supuesta igualdad de la mujer, la concialiación de la vida laboral y familiar, etcétera, pero nos tropezamos a diario con la realidad que no es tan bonita. En estas elecciones, a mi mujer le ha tocado participar en una mesa electoral y se encuentra en situación de permiso por maternidad (por otro lado, claramente insuficiente); por ello, presentó alegaciones basándose en su situación administrativa y en el hecho de que habría de ausentarse cada tres horas para la lactancia. Ante ellas, la Junta Electoral de zona de Sagunto ha resuelto desestimar la petición sin más explicaciones.

La Ley Orgánica del Régimen Electoral General no especifica las causas que suponen la exclusión de la obligación de participar en una mesa electoral, por lo que queda (parece ser) a la discrecionalidad de la Junta Electoral de zona correspondiente. Este caso ilustra lo lejos que queda todavía la igualdad entre hombres y mujeres y la falta de sensibilidad de la sociedad ante determinadas situaciones. Por eso hay que seguir trabajando y luchando en este sentido y denunciar públicamente estos hechos cuando se produzcan.